Son jóvenes punk, darketos, cholos; se declaran enemigos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM); dicen estar dispuestos a todo contra el capitalismo.
Es un grupo de unos 230, son originarios de Tepito, Tacuba y de El Chopo, están en Cancún, llegaron el lunes con grupos procedentes de distintas partes del país, con el propósito de boicotear la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC.
«Gerardo», es como se identifica, uno de sus líderes (rapada la cabeza al estilo punk, viste completamente de negro, usa grandes arracadas, cinturón y pulsera con clavos, huele a 3 semanas de no bañarse), sonriente dice que se irán, si todo sale bien, cuando termine la cumbre.
Los demás están igual, todos son desconfiados, se miran unos a otros, en el sitio donde duermen hay ropa sucia por todos lados, comida chatarra, caguamas, cemento y restos de mariguana y polvos blancos.
Intentarán a como dé lugar ingresar por el kilómetro cero del boulevard Kukulkán a la zona hotelera, donde se encuentra el Centro de Convenciones de Cancún, para protestar, dicen, contra el capitalismo.
Reconocen que no saben de política, ni de acuerdos internacionales como los que se discuten en el Centro de Convenciones, pero su naturaleza les indica que deben ir a contracorriente de los demás.
La mayoría de ellos no terminaron sus estudios, cuando mucho la «prepa» y «la secu», pero es lo de menos. Sin embargo, aseguran que son enemigos de los grandes organismos internacionales como la OMC, el FMI y el BM que únicamente explotan a los pobres y saquean sus riquezas naturales.
Ellos, reconoce El Troya (por supuesto no se identifica), junto con los campesinos coreanos encabezaron el miércoles la protesta que después desató el enfrentamiento contra la policía.
Era uno de los que con odio pateaba las mallas metálicas de dos metros de altura que fueron insuficientes para contenerlos. Sus compañeros se montaron sobre las estructuras, lanzaron piedras y botellas. Otros metían palos entre los huecos de las mallas para herir a los policías.
Ese día, la furia desatada de los marginados, como se definen ellos mismos, pudo haber causado un mayor número de muertos en el kilómetro cero de la zona hotelera, cuando dio inicio la reunión ministerial, «ésa era la onda».
Pero no fue así porque al final «muchos, muchos se arranaron».
El saldo: el líder campesino coreano Kyunghai Lee, de 56, quien se suicidó con una navaja, haciendo de la inmolación una nueva forma de protesta, y 47 heridos, 18 de los cuales eran policías y el resto estudiantes, según la información de las autoridades de Cancún.
El contacto, dice Gerardo, para venir a Cancún a protestar contra la OMC fueron los miembros del Consejo General de Huelga (CGH), quienes les hicieron el ofrecimiento para reforzar los grupos radicales.
No tienen miedo, por el contrario. Gerardo y El Troya comentan que sus compañeros pertenecen a la misma banda, por eso «estamos dispuestos a todo, por eso venimos, aquí estaremos hasta que todo esto termine, o nos rompan o les rompamos la madre a toda esa bola de cabrones».
Los chavos gruesos, como son llamados por otros grupos, montaron su campamento en las cercanías de la central camionera, otros están en el estadio de basquetbol del Centro Cultural Cuxil Baxal.
Y mientras, dicen que pensarán hasta cuándo, hasta cuándo se irán, porque no se quieren perder el último día. El 14 concluye oficialmente la reunión de representantes de los 146 países miembros de la OMC.
2003/MC/GMT
