Contrario a la promesa del gobernador René Juárez Cisneros, la presencia de mujeres en las candidaturas para las elecciones del próximo domingo 6 disminuyó en relación con procesos anteriores y menos de 10 por ciento de las nominaciones recayó en mujeres.
De las 381 personas registradas para la contienda en la que se renovarán 76 presidencias municipales y las 46 diputaciones del Congreso local, apenas 38 son mujeres.
Las ciudadanas con derecho a voto suman 970 mil 258, casi 53 por ciento, mientras que los varones en la lista nominal no llegan a los 883 mil, es decir 47 por ciento, pero están en poco más de 90 por ciento de las candidaturas.
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista (PVEM), en alianza registraron a 76 aspirantes a igual número de alcaldías, de las que cuatro son mujeres. A las 28 diputaciones uninominales van dos ciudadanas, y en las de representación proporcional hay 18 hombres contra tres mujeres.
La segunda fuerza política en el estado, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezado a nivel nacional por una mujer, incumplió con el 70-30 establecido en sus estatutos y de 75 personas que registró a igual número de alcaldías, apenas suman tres candidatas.
Por las curules perredistas, de las 28 sólo tres son ciudadanas. No obstante, en un intento por «lavarse las manos» registraron a siete mujeres de un total de 13 personas y justificaron con esa cifra que cedieron espacios al género femenino, por la vía la plurinominal.
En lo que respecta al Partido Acción Nacional (PAN), que apenas llega al tercer lugar en Guerrero, registró para 60 alcaldías a siete mujeres. Para las diputaciones por representación uninominal, de 28 aspirantes, dos son ciudadanas.
Por representación proporcional están cuatro ciudadanas y tres ciudadanos, pero con posibilidades de que llegue sólo una mujer.
En mayo pasado, el gobernador René Juárez Cisneros aseguró que en el próximo proceso electoral aumentaría la presencia femenina, ya que en la reforma enviada a la Cámara de Diputados incluyó que las mujeres fueran visibles en las candidaturas.
La iniciativa, no obstante, abortó porque su partido, el PRI, minimizó a la oposición y ocasionó que ésta se retirara de la mesa de negociaciones.
Los legisladores priístas, aunque podrían haber usado su mayoría, temieron actuar de manera políticamente incorrecta y lejos de fortalecer al gobernador actual, su jefe político, lo habrían hecho más vulnerable a la andanada de críticas.
Así, en vez de incrementarse la participación política de las mujeres en el proceso electoral vigente (inició en julio y concluye el primero de diciembre con la toma de protesta de las personas que resulten electas, la presencia femenil disminuyó, por debajo al trienio anterior.
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