El estado peruano sólo invierte un 13 por ciento del gasto social en las niñas y niños de su capital, Lima mientras que los infantes que habitan en las áreas rurales, quedan excluidos del presupuesto.
Según un informe realizado por Save The Children y la Universidad del Pacífico de Perú, un niño de Lima recibe 2,7 veces más del presupuesto que un niño de otras entidades.
Según Enrique Vásquez Huaman, profesor investigador de la Universidad del Pacífico, este hecho se explica debido a la mala administración pública, «pues no es posible que se destine más ayuda a los adultos pobres de Lima y ciudades de la costa que a los niños de la sierra y selva».
Este bajo presupuesto afecta a los menores en diversas formas, ya que el 25 por ciento de los niños menores de cinco años sufre desnutrición, el 50 por ciento padece algún tipo de violencia y 2 millones de menores, entre 6 y 17 años trabaja en la calle, informa Acción por los derechos de la Infancia, organización peruana especializada en difundir información acerca de los derechos de las niñas y niños.
Además más del 15 por ciento de los menores en Lima piensa en suicidarse según reveló una encuesta realizada por la organización mencionada.
Debido a esa problemática, diferentes organizaciones de la sociedad civil como la Universidad del Pacífico, Save the Children, Acción por los Niños y Cesip, crearon el Observatorio para la Infancia y Adolescencia. ¿Los niños primero?, un espacio de discusión que busca desarrollar propuestas dirigidas a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas en el Perú.
«El observatorio tratará de alimentar un movimiento nacional por la infancia «, explica Nelly Claux, de la organización Save The Children.
Se busca que sea una instancia que vigile los programas de inversión pública para la infancia y de esa forma «presionar al Estado para que cumpla los compromisos adquiridos en el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia, el Acuerdo Nacional y la Cumbre Iberoamericana de Naciones» puntualizó la fuente.
2004/HS/LR
