El que el gobierno capitalino haya tomado la iniciativa de aumentar su participación en el sostenimiento, organización y administración de la educación pública de la ciudad de México -aunque por ahora limitada prácticamente a la educación media superior y superior-, no necesariamente se tradujo en mayores beneficios para las mujeres.
De los 6 millones 231 mil 227 mujeres y hombres de 15 años o más que habitan en el Distrito Federal, las analfabetas superan hasta en tres veces el número de hombres en esa condición, aunque contradictoriamente la población femenina alfabetizada también supera en alrededor de 300 mil al número de varones alfabetizados.
El profesor investigador de El Colegio de México, Alberto Arnaut, explicó que la administración de Andrés Manuel López Obrador no contempló políticas públicas con equidad de género. Más aún, «no creo que tenga una política en particular relacionada con este rubro en educación básica: preescolar, primaria y secundaria, y no creo que tampoco la tenga en educación media superior y superior».
Según el estudio Las mujeres en el Distrito Federal, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), tan sólo en el Distrito Federal, del millón 236 mil 55 estudiantes mayores de 15 años, 683 mil 697 son varones y 552 mil 358 son mujeres con niveles de instrucción superior, en tanto que en preparatoria y nivel básico las cifra arrojan que 596 mil 598 son hombres y 490 mil 548 son mujeres. En población de más de 18 años con maestría y doctorado, 55 mil 275 son hombres contra 36 mil 99, mujeres.
Si bien dentro de la política social del DF una de las prioridades ha sido que la totalidad de la población, tenga acceso al servicio educativo por igual, el número de mujeres de 15 y más años sin instrucción es casi el doble que el de los hombres. De 3 millones 323 mil 812 mujeres de 15 años o más, se tiene que 153 mil 383 carecen de instrucción, que equivale al 4.6 por ciento. A la vez que de 2 millones 907 mil 415 varones, 69 mil 339 tienen esta característica, es decir, 2.4 por ciento.
El mismo estudio reconoce que la falta de equidad y desigualdad de oportunidades educativas entre mujeres y hombres es uno de los principales problemas que enfrenta la sociedad moderna, lo cual ha sido resultado, en parte, de los estereotipos socioculturales que históricamente se han encargado de definir el rol de las mujeres y el del varón.
De acuerdo con el investigador en política educativa y autor de La Federalización Educativa, la mayor voluntad lopezobradorista no buscó la construcción de un acuerdo para federalizar los servicios de educación básica, situación que provocó todo un debate que buscaba la modificación del artículo 122 constitucional, para que el GDF asumiera el financiamiento en la misma proporción que el resto de los estados de la República de 18 ó 20 por ciento, y no del .80 por ciento, aunque «particularmente debo decir que yo estaba en desacuerdo que se pagara una deuda de casi un siglo».
2005/GV/GM
