A 10 años de la Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer (Belém Do Pará), su aplicación en México ha sido parcial, pese a que al signar el documento adquirió el compromiso de aplicarla al pie de la letra, consideró el especialista Francisco Delfín Lara.
Al realizar un breve balance sobre el impacto que ha tenido dicha Convención en nuestro país, consideró difícil terminar con algo que permanece en nuestra sociedad desde hace siglos, como el caso de la violencia contra las mujeres, tal es el caso de los más de 370 asesinatos en Ciudad Juárez y Chihuahua.
Para Delfín Lara no basta con establecer leyes que sancionen la violencia contra la población femenina si antes no se da un trabajo conjunto entre instituciones oficiales y otros organismos.
Consideró positivo el que la Procuraduría General de la República (PGR), construya albergues para mujeres maltratadas con las propiedades incautadas a los delincuentes, sin embargo faltan acciones por parte del gobierno como la difusión de la Belém Do Pará, para que se empiecen a implementar medidas tendientes a erradica la violencia.
Recordó que si bien en México se han implementado algunas acciones como la elaboración de la Ley sobre Violencia Intrafamiliar, ésta sólo se aplica en 12 estados de la república, lo que demuestra a todas luces que la Convención sigue sin un total cumplimiento.
O bien, están declaraciones que buscan regresar al viejo discurso de querer mantener a las mujeres en su hogar, tal y como lo estableció Carlos Abascal, secretario del Trabajo en un discurso hace algún tiempo.
La cultura machista continúa denigrando a la mujer hasta en los espacios de radio y televisión, a través de programas en donde se exhibe como mercancía y predominan los chistes sexistas. En este sentido, el sexólogo sugiere revisar los contenidos de programas y hacer un análisis antes de transmitirlos.
Para Delfín Lara, la Convención Belém Do Pará no ha sido aplicada totalmente en nuestro país toda vez que las mujeres continúan violentadas, reciben un trato desigual y un ejemplo de ello es que a la población femenina se les discrimina su derecho de asistir a la escuela.
Otros espacios donde las mujeres son violentadas es en las calles: la inmensa mayoría de ellas han padecido los comentarios denigrantes que lanzan los hombres; en los centros de trabajo, se afirma que cada año son despedidas más de 800 trabajadoras de las maquiladoras por estar embarazadas.
La mayoría de las veces la violencia es realizada por los varones, por lo que el especialista, sugiere que desde cada espacio se haga algo para poner en práctica las ideas que dieron vida a la Convención Belém Do Pará, pues su conocimiento permitirá a la cada nación enterarse de que las mujeres, al igual que los hombres, son merecedoras del más absoluto respeto.
2004/LG/GV/SM
