De la población femenina económicamente activa, las trabajadoras de la educación representan 6.1 por ciento, es decir un millón 11 mil 322 mujeres, mientras que de la PEA masculina los trabajadores de la educación constituyen sólo 2.3 por ciento, es decir 642 mil 208 hombres se dedican a esta actividad.
Según información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2008, la distribución por sexo de las y los maestros, según nivel educativo, es la siguiente: en el nivel preescolar predomina la presencia de maestras, 94.8 por ciento del personal docente en este nivel educativo es femenino y sólo 5.2 por ciento son hombres.
En el nivel de escolaridad primaria sigue siendo más importante en términos numéricos la presencia de maestras (64.2 por ciento) que de maestros (35.8 por ciento), mientras que en secundaria la distribución por sexo es equivalente: 49.4 por ciento son maestras y 50.6 por ciento son maestros. En el nivel medio superior, el porcentaje de maestros es más alto (56.1 por ciento) con respecto al de maestras (43.9 por ciento).
Del total de trabajadores de la educación, 61.2 por ciento son mujeres y 38.8 por ciento son hombres; el nivel de ingresos de los y las maestras marca diferencias con desventaja para ellas: 4.2 por ciento de las maestras gana hasta un salario mínimo; 10.2 por ciento, más de uno y hasta dos salarios mínimos; 13.1 por ciento más de dos y hasta tres; 40.1 por ciento gana más de tres y hasta cinco salarios mínimos; 24.5 por ciento gana más de cinco salarios mínimos y 0.5 por ciento de las maestras no recibe ingresos por su trabajo.
Mientras, del total de maestros, dos por ciento percibe hasta un salario mínimo; 6.1 por ciento gana más de uno hasta dos salarios mínimos; 11.6 por ciento más de dos hasta tres salarios mínimos; 37.5 por ciento más de tres hasta cinco salarios mínimos; 34.5 por ciento más de cinco salarios mínimos y sólo 0.2 por ciento no recibe ingresos.
La duración de la jornada de trabajo podría explicar esta diferencia en el nivel de ingreso, pues la jornada laboral de las maestras es comparativamente más corta que la jornada de los maestros: 67.7 por ciento de las maestras y 59.6 por ciento de los maestros trabajan menos de 34 horas a la semana, mientras que 24 y 33.5 por ciento, respectivamente, trabajan más de 35 horas a la semana.
Lo anterior tiene relación con la doble jornada de trabajo de las mujeres ya que además de su desempeño en el mercado de trabajo, generalmente participan en mayor medida que los hombres en el trabajo doméstico incluyendo el cuidado de los hijos e hijas y a veces de otros miembros del hogar como enfermos y adultos mayores.
Actualmente, los y las trabajadoras de la educación suman más de 1.6 millones de personas y representan 3.8 por ciento de la población económicamente activa, según información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2008.
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