Mañana, organizaciones ambientalistas, civiles y ciudadanía en México y en otros países del mundo realizarán un Día Mundial contra la Minería a Cielo Abierto, pues este procedimiento utiliza una técnica que conlleva a la destrucción y agotamiento de los ecosistemas del planeta, con graves consecuencias para las especies, incluida la humanidad.
Esta técnica de extracción del mineral implica también la eliminación de la capa boscosa, la destrucción de los suelos, la contaminación de los mantos freáticos superficiales y profundos, la división de las comunidades, el soborno a funcionarios, la amenaza, el chantaje y la violación de leyes y derechos.
En México, la jornada contra la minería es convocada por el Frente Amplio Opositor a la Minera San Xavier (New Gold); Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias con Alternativas-Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos (Comcausa-AMAP); Colectivo Azul; Frente Amplio Opositor Montreal (FAO Montreal) y Cerro San Pedro, San Luis Potosí; donde están integradas diversas organizaciones de todo el país, quienes realizarán actividades culturales de protesta afuera de la Embajada de Canadá en México, en la calle de Schiller, de la colonia Polanco.
Se realizarán también manifestaciones pacíficas frente a las embajadas canadienses de otros países, pues, dicen las organizaciones convocantes, la minería solo deja desolación, pobreza y muerte para los pueblos a cambio de enriquecer a unos pocos. Canadá, aclaran, es el principal promotor de «esta actividad depredadora».
LA MINERÍA EN MÉXICO
La minería en México, recuerdan las organizaciones convocantes, tiene una larga historia. La riqueza del subsuelo mexicano fue uno de los principales motivos de la conquista del siglo XVI. Al igual que en tierras indígenas en otras zonas del mundo, la minería revestía una enorme importancia para las fuerzas colonizadoras, pero para las comunidades indígenas significó lesiones, muerte, destrucción ambiental y empobrecimiento. A pesar de la lucha por la tierra y el triunfo de la Revolución Mexicana en 1910, persiste hasta hoy –señalan– esta injusticia histórica.
Hoy son las empresas mineras principalmente canadienses las fuerzas colonizadoras en los países de tercer mundo e incluso también las que se siguen apoderando de las riquezas de los pueblos indígenas en Canadá. Y este país, advierten, en contraste con su «conciencia ecológica» es el puntero de la minería a cielo abierto en el mundo.
Las transnacionales canadienses poseen el 51 por ciento de todo el capital minero en el mundo. México es uno de los instrumentos que le permiten a Canadá ser el «campeón minero».
Las políticas neoliberales instrumentadas en México desde mediados de los años 80 e impulsados con la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han tenido una enorme importancia para las actividades mineras canadienses. Además del debilitamiento de los derechos laborales, el amordazamiento de los movimientos sociales, la mano dura, la militarización y el desplazamiento de comunidades permiten la implementación y la protección de estas corporaciones.
La mayor parte de las concesiones mineras otorgadas en México a empresas extranjeras pertenecen a Canadá. Hasta 2007 el gobierno de México ha otorgado 438 concesiones mineras en todo el país, la mayoría a empresas canadienses, sólo en el estado de Chiapas, 72, que abarcan 727, 435 hectáreas, mas de la mitad de estas tierras están en manos de las canadienses Linear Gold y Frontier Development Group pero las comunidades no lo saben, no hubo información ni consultas.
RESISTENCIA CIUDADANA
La resistencia ciudadana en San Luis Potosí, señalan las organizaciones convocantes al Día contra la minería a cielo abierto, ha logrado el triunfo jurídico en contra de la empresa canadiense New Gold, «sin embargo los gobiernos panistas neoliberales, primero Vicente Fox y ahora Felipe Calderón, violando la ley siguen obedeciendo a los intereses transnacionales y la empresa sigue en operaciones», destruyendo el sitio símbolo histórico de San Luis Potosí.
Por otra parte, esta política ya opera «proyectos devastadores como sucede en Zacatecas, Chihuahua, Sonora, Oaxaca, Coahuila, Chiapas, la mayoría de los cuales se desarrollarán en comunidades indígenas, campesinas aprovechándose de la pobreza» las comunidades.
AMÉRICA LATINA Y EL MUNDO
Para América Latina se presenta el mismo panorama: hay proyectos de minas canadienses en Perú, Chile, Argentina, Bolivia, Guatemala, Brasil, Panamá, Honduras, Colombia, Ecuador, El Salvador, Filipinas, Surinam.
En África: Ghana, Congo, Tanzania, Sudán, Zambia. En Asia: India, Indonesia, Papua… En Norteamérica: Estados Unidos, Canadá.
En estos países se realizarán también movilizaciones mañana miércoles 22 de julio contra las empresas canadienses.
09/GG
