Ante la grave crisis que enfrentan los Legionarios de Cristo debido a las recientes revelaciones sobre la paternidad de su fundador Marcial Maciel añadidas a su historial de pederastia, la orden religiosa ha decidido retirar su foto de los centros educativos, editar sus sitios Web y rescribir su historia en nuevos escritos y folletos.
Lo anterior fue dado a conocer a través de una carta fechada el pasado 1 de septiembre en Estados Unidos y firmada por el sacerdote Scout Reilly, director territorial de Atlanta y el sacerdote Julio Martí, director de Nueva York de los Legionarios de Cristo.
En el texto, la Legión pide disculpas y expone las recomendaciones del director general de la orden, Álvaro Corcuera, en torno a un camino de «sanación y reconciliación» que anuncian será «largo».
Reilly y Martí, lamentan la tardanza en la reacción oficial de la legión ante las revelaciones sobre la polémica vida de Maciel: «Nuestra incapacidad de detectar, y luego de aceptar y remediar las fallas del padre Maciel, han causado incluso más sufrimiento».
Concretamente sobre los supuestos tres, seis o más hijos de Marcial Maciel, la Legión aseguró que no está en este momento en condiciones de dar una respuesta: «Dada la naturaleza parcial de la información disponible y la imposibilidad para evaluar inmediatamente y de manera definitiva estos complejos pronunciamientos, la Legión de Cristo no puede, en este momento, hacer una declaración al respecto».
Añaden: «Como institución, como familia e individuos, este inesperado vuelco de los eventos ha sido traumático. Muchos de nosotros hemos tenido experiencias de shock, ira, negación y temor, de modo humano y espiritual».
Los sacerdotes firmantes de la carta se escudan en la nula reacción de la Legión argumentando que «el deber cristiano de no hacer público el pecado de otros», ha hecho que «difícil publicar la clase de declaración directa que muchos esperaban de nosotros».
Y aclaran: «El hecho de que no sabíamos toda la verdad, y de repente no la sabemos aún, y nueva información puede seguir saliendo a la luz. Nos referimos a lo que sabemos, respetando la privacidad de aquellos que nos lo han solicitado».
SUPUESTOS CAMBIOS
Los sacerdotes Reilly y Martí solicitan a los legionarios que se han sentido en «alguna forma» afectados por la vida lasciva de su fundador, «vivir la virtud cristiana del perdón desde el fondo de sus corazones».
Sobre los supuestos cambios que han decidido aplicar, señalan que es solo el principio y lo seguirán haciendo. Por ejemplo, en el tema de la pederastia de su fundador, han tomado como medida la «protección de los niños» que estudian en sus colegios, a través de un programa llamado Paesidium, una organización de manejo de riesgos que trabaja en otras instituciones religiosas en Estados Unidos y que en este momento evalúa «la acreditación» para los Legionarios de Cristo.
«Este grupo esta realizando una revisión total de las reglas internas y políticas, así como de nuestra capacitación para todos aquellos que tienen que ver con menores», aseguran.
Los sacerdotes señalan que la Legión estableció un «directorio externo» de revisión para que ante acusaciones de abuso sexual: «podamos tener la ventaja de «ojos fuera».
En el tema económico, los firmantes de la carta aseguran que los Legionarios de Cristo están sujetos a un sistema profesional de administración de negocios a través de Integer Group.
Reilly y Martí consideran la pederastia de su fundador y la paternidad como «graves fallas humanas» y por el contrario señalan el reconocimiento del «mucho bien» que hizo: «Hemos ido tomando medidas progresivas para asegurar que no exista referencias inapropiadas sobre el Padre Maciel.
Por ejemplo, hemos retirado sus fotos de nuestros centros, hemos editado nuestros sitios Web, estamos en el proceso de recibir nuevas ediciones de otros escritos, folletos, etcétera. Todo esto nos ha llevado a lo mas esencial: el centro de nuestra vida, es decir, Jesucristo».
Sobre la inspección ordenada por el Papa Josph Ratzinger a la Legión, señalan que no pueden hacer ninguna declaración sobre el desarrollo de la misma, para no interferir con el trabajo de los visitadores.
En cuanto a la anulación del voto de silencio explican: «La idea de este voto es asegurar que las quejas que uno pudiera tener de su superior sean puestas ante aquellos que puedan resolverlas y así evitar la crítica irresponsable o las facciones internas que degradan la unidad.
Este voto se instituyó en 1957 y fue aprobado por la Iglesia. El papa Benedicto XVI, quien tiene el poder de atar y desatar, pidió a la legión retirarlo, lo que hicimos hace años». Además, los sacerdotes piden «entender y respetar cristianamente a todos» los que han decidido separarse definitiva o temporalmente de la Legión.
Finalmente advierten: «por más trágicas que sean las fallas de nuestro fundador, éstas no deben originar la disminución de nuestros esfuerzos para llevar las almas a Cristo y servirlo a él y a su iglesia en todos nuestros hermanos y hermanas». Con esta carta, la Legión dice entrar «en un nuevo capítulo» de su historia.
09/SM/GG
