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María Guadalupe Rojo Alvarado

Por Erika Cervantes

A Lydia y las y los compañeros del CIAM-Cancún por su lucha en contra de la violencia hacia las mujeres.

Muchas mujeres han sido perseguidas por sus ideas políticas, algunas más por su activismo social, como la compañera Lidia Cacho, quien ha sido amenazada de muerte por su trabajo en contra de la violencia hacia las mujeres y donde el estado hace caso omiso de garantizar la protección a su vida, otras se han opuesto contra la injusticia al tomar la pluma y denunciar como es el caso de María Guadalupe Rojo Alvarado.

La historia de México no ha reconocido a cabalidad el papel de las mujeres periodistas que a lo largo de su historia han denunciado los miles de atropellos que en contra de la población han cometido gobernantes, funcionarios o el poder empresarial.

Así nace en 1872, para denunciar el atropello en contra de la población indígena, el Periódico Juan Panadero, donde María Guadalupe Rojo escribe sobre explotación de las y los indígenas.

Guadalupe Rojo nace en Culiacán, Sinaloa, en 1856, hija de una familia distinguida del lugar. Contrae matrimonio con un minero de nombre Abraham Izábal del cual enviuda.

La muerte de Abraham hace que cambie de residencia y se muda a Mazatlán, donde conoce al que sería su segundo esposo e impulsor en su carrera periodística, Casimiro Alvarado, juntos fundan en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el periódico de oposición Juan Panadero.

Es en éste periódico que María Guadalupe Rojo emprende la lucha por la reivindicación política y social de México. Donde las y los artesanos denuncian la elevación de impuestos por la nueva Ley del Timbre.

A la muerte de Casimiro Alvarado, María Guadalupe se traslada a la ciudad de México y continúa editando Juan Panadero. Por la línea editorial que maneja es arrestada en más de una ocasión sin que decaiga su iniciativa de denunciar la injusticia. Una de las más memorables es cuando, en 1904, apoya a las y los campesinos de Yautepec, Morelos, que denuncian al cacique de su localidad.

Su profesionalismo y compromiso social durante el periodo revolucionario hacen que Venustiano Carranza, durante la XXVII legislatura, le otorgue una pensión vitalicia.

Guadalupe Rojo de Alvarado muere el 15 de agosto de 1922 y nos hereda el oponerse desde la trinchera del periodismo a la injusticia de que son objetos las y los indígenas.

2005/EC/SJ

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