A la población tamaulipeca le cuesta más de 12 millones de pesos anuales tener legisladores, quienes perciben ingresos en promedio de 32 mil pesos mensuales, 400 veces más que lo que gana un obrero que labora ocho horas diarias en Tamaulipas.
Lo anterior, de acuerdo al salario oficial que tienen asignados cada uno de los 32 legisladores, gastos que provienen de las fuentes de ingresos fiscales del gobierno del estado y, por tanto, del erario público.
A cambio de los 32 mil pesos mensuales que reciben los diputados, tienen la obligación de atender, orientar, ayudar y gestionar al ciudadano que acuda a solicitar su intervención, independientemente del partido político o distrito electoral al que pertenezca, así como defender los derechos políticos, económicos y sociales de la ciudadanía.
Cabe señalar que los diputados de las diferentes fracciones parlamentarias, destinan un porcentaje de su salario para aportar a su partido político: los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pagan 400 pesos mensuales al comité estatal; los del Partido de la Revolución Democrática un diez por ciento de su salario, es decir unos 3,200 pesos, mientras que los del Partido Acción Nacional y Partido del Trabajo también fluctúa entre 10 y 15 por ciento de su salario.
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