Más del 50 por ciento de las jóvenes mexicanas continúan sin utilizar un método anticonceptivo después de un embarazo o parto, lo que representa uno de los grandes retos incumplidos por el Estado mexicano en materia de planificación familiar.
En el artículo “Inicio de vida sexual, uso de anticonceptivos y planificación familiar en mujeres”, elaborado por la doctora en Antropología Betania Allen-Leigg y colaboradores, se analizan los adelantos y desafíos para las mujeres –principalmente jóvenes– en el acceso a métodos de planificación familiar, y da cuenta de los aspectos pendientes en ese derecho.
En el documento se destaca que la adopción de un anticonceptivo posterior a un evento obstétrico “sigue siendo un reto incumplido en el país”, principalmente para la juventud.
La investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública retoma datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, según los cuales el 52 por ciento de las adolescentes que presentó un embarazo o un parto no adoptó posteriormente un método anticonceptivo.
Lo anterior contrasta con los porcentajes que presentan las mexicanas en otros rangos de edad, pues el 44.2 por ciento de las mujeres de 20 a 29 años no lo hizo, comparado con el 42.5 por ciento de las de 30 a 34 años, y el 39.2 por ciento de las de 35 años y más que tampoco adoptaron un método de control natal.
Ante este panorama, la especialista y sus colaboradores sugieren que se emprendan acciones enfocadas a garantizar el acceso a anticonceptivos para las mujeres jóvenes que están en esta situación específica.
En el artículo también se recuerda que la planificación familiar y la anticoncepción “constituyen la base fundamental de la salud reproductiva” debido a sus potenciales beneficios sociales y de salud, que van desde la disminución de la pobreza, la mortalidad materna infantil hasta la mejora en la calidad de vida.
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Más de la mitad de jóvenes madres, sin acceso a anticonceptivos
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