Más de medio millón de mujeres mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo y el parto, casi todas en países subdesarrollados, asegura un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El documento de UNICEF destaca además que unos 10 millones de mujeres sufren secuelas tras la gestación, tal es el caso de infecciones o discapacidades. Hemorragias, enfermedad hipertensiva, abortos de riesgo, trabajo de parto prolongado u obstrucción del parto, son los problemas más frecuentes que provocan la muerte de la madre, informó Prensa Latina en su texto «Mujeres del Tercer Milenio».
El reporte manifiesta que también influyen de manera directa el déficit nutricional, anemias, malaria y SIDA, y factores sociales como inequidad y pobreza, falta de atención médica elemental y especializada, y ausencia de cuidados en la adolescencia.
No tener derecho para decidir el número de hijos que se desean y el momento para tenerlos, así como la violencia sexual, constituyen otras desventajas que sufren las mujeres en el logro de sus derechos fundamentales: educación y salud, el trabajo y el reconocimiento social en igualdad con los hombres, continúa Prensa Latina.
Por otra parte, el organismo de Naciones Unidas indica las enormes diferencias existentes entre los diversos países. Mientras que, en el mundo en desarrollo el riesgo de morir por complicaciones derivadas de la maternidad es de uno en 76, en el industrializado es de uno en ocho mil.
Como se asienta en «Mujeres del Tercer milenio», las regiones más afectadas son el continente africano y el sur de Asia, y Níger es el país donde las mujeres corren el mayor riesgo de perder la vida durante la maternidad. América Latina y el Caribe destaca una reducción de un 28 por ciento en los índices de fallecidas, desde 1990.
Sin embargo, solo en 2005, unas 15 mil mujeres murieron durante el embarazo o el parto, mientras que la tasa actual es de 130 de ellas que fallecen por cada 100 mil niños nacidos vivos, insuficiente para alcanzar la meta del Objetivo del Milenio, fijada por Naciones Unidas para 2015,.
El texto refleja que la tasa de mortalidad materna en Haití es de 670, seguida por Bolivia y Guatemala (290), Honduras (280) y Perú (240). Lo más doloroso es que la mayoría de esas muertes son evitables.
ESENCIAL, ACCESO OPORTUNO A SERVICIOS
Para evitar las muertes, resulta necesaria una adecuada atención prenatal, servicios de asesoramiento y diagnóstico del SIDA, así como asistencia de personal calificado durante el alumbramiento, manifiestan especialistas.
Como informa Prensa Latina, la inversión en maternidad sin riesgo no sólo reducirá la mortalidad y la discapacidad materno-infantil, sino que también contribuirá a la mejor salud, calidad de vida y equidad para las mujeres, sus familias y las comunidades.
La muerte materna no es un hecho aislado, sino la culminación de un complejo proceso en el que intervienen múltiples factores y donde las causas, perfectamente identificadas, se establecen con claridad.
El acceso oportuno a las instituciones de salud, el mejoramiento de la cobertura de los servicios para el parto, adecuada atención prenatal, son algunas medidas que pueden prevenir la incalculable tragedia vivida por tantas madres en el área, manifestó Prensa Latina.
Es por ello que para acelerar los avances sería necesario hacer más esfuerzos, invertir más en salud y en desarrollo comunitario, pero especialmente en lograr que los servicios materno-infantiles o perinatales sean gratuitos, resaltan expertos.
08/VR/GG
