Ocho millones de vidas se salvarían y se ganarían más de 360 mil millones de dólares al año entre 2015 y 2020, si las inversiones mundiales en salud ascendieran a 66 mil millones de dólares al año respecto del gasto actual, de acuerdo con el informe de la Comisión sobre Macroeconomía y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentado hoy.
Según las proyecciones del documento, elaborado por un grupo de economistas y expertos en materia de desarrollo de políticas públicas y salud, y titulado «Invertir en Salud en Pro del Desarrollo Económico», la mitad de los 360 mil millones de dólares correspondería a beneficios económico directos: «los más pobres del mundo vivirán más, gozarán de buena salud un número muy superior de días, y por consiguiente, podrán ganar más».
Para lograr tales objetivos, la mitad del aumento en la inversión procedería de la ayuda internacional al desarrollo, mientras que los países en desarrollo deberían proporcionar la otra mitad redefiniendo las prioridades de sus presupuestos.
A su vez, la comisión recomienda que los países de ingresos bajos y medios –entre los que se encuentra México– aumenten el desembolso en salud con cargo al presupuesto en un 1 por ciento del PIB para el año 2007 y en un 2 por ciento para el 2015, con respecto a los niveles actuales.
México invierte actualmente el 5.6 por ciento del PIB en materia de salud. De ese total , el gobierno aporta sólo el 46 por ciento, alrededor de 2.3 por ciento del PIB. El secretario de Salud, Julio Frenk Mora, sostuvo que la administración del presidente Vicente Fox espera lograr el 1 por ciento adicional del PIB para el sector salud a más tardar en 2006, un año antes de lo que recomienda el informe.
Al presentar el informe en la sede de la secretaría a su cargo, Frenk Mora resaltó como la principal conclusión del documento que la inversión en salud «aparte de ser un objetivo en sí mismo, es también un instrumento para lograr el crecimiento económico por lo que se vuelve urgente la inversión económica en este rubro».
El funcionario descartó que el Estado vaya a desentenderse de su responsabilidad social en el rubro de la salud, pero reiteró que tal y como lo recomienda el documento la población «tendrá que comprometerse también en el financiamiento, pensando en los que menos tienen».
El secretario de Salud destacó como otra conclusión relevante del informe que el sistema de pago previo en materia de salud, es decir, «el sistema de pago de bolsillo», sea sustituido por un sistema de pago previo financiado por la comunidad, esto sería por medio de las reformas fiscales y organizacionales pertinentes que garanticen los servicios de salud a toda la población.
Por su parte, Nora Lustig, integrante por parte de México, de la Comisión de Macroeconomía y Salud de la OMS, y rectora de la Universidad de las Américas-Puebla, llamó a la comunidad internacional a dar recursos adicionales para apoyar las iniciativas mundiales contra la pobreza.
Aclaró que en la lucha contra las enfermedades en el mundo, los países pobres también tendrán que aportar económicamente «en la medida de sus posibilidades». Mientras que los países de nivel medio –México entre ellos– deberán enfocar sus recursos para salud de manera preferencial a sus regiones pobres, rurales e indígenas.
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