Más mujeres que hombres abandonan sus lugares de origen en busca de mejores condiciones económicas y de bienestar social, indicó la socióloga Josefina Aranda de Sauri, al participar en las actividades del Mes del Migrante organizadas por la Coordinación Estatal de Atención al Migrante Oaxaqueño (CEAMO).
Desde hace una década la migración femenina ha cobrado gran importancia, afirmó la especialista del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma «Benito Juárez» de Oaxaca (IISUABJO).
La investigadora aseveró que México es prácticamente un país de migrantes, pues el 20 por ciento de la población total, que representa más de 19 millones de personas, no vive en su lugar de nacimiento y de ese total el 52 por ciento son mujeres.
En el caso de la migración femenil, aseveró que ya no se trata de las jóvenes solteras que salían de sus casas para vender su fuerza de trabajo en el servicio doméstico hasta constituir sus propias familias, sino de mujeres que emigran junto con los varones o por su cuenta a las zonas de desarrollo agroindustrial de las ciudades más importantes del país, y a Estados Unidos.
Subrayó que aparentemente no hay diferencia entre el migrar del hombre y el de la mujer, pero no hay nada más lejos de la verdad pues existen severas desigualdades de género.
En presencia de la titular de la CEAMO, Aída Ruiz García, la investigadora precisó que las mujeres sufren las desventajas que muchas veces surgen por pertenecer al sector femenino, como es el hostigamiento sexual y el recibir menor paga por desarrollar un trabajo igual que el de los hombres, entre otras cosas.
El trabajo de las mujeres que emigran se ha acentuado en sectores como el de la maquila y las actividades agrícolas, dijo.
Precisó que la migración es una estrategia de sobrevivencia de las familias campesinas para completar los ingresos que no se generan en el campo, por lo que consideró conveniente pensar en políticas públicas que apoyen a las mujeres, como puede ser la canalización de apoyos para emprender proyectos productivos que las radiquen en sus lugares de origen.
Estimó necesario que con el apoyo de instituciones gubernamentales se desarrollen programas de difusión para que las mujeres que emigran conozcan sus derechos, de tal forma que puedan defenderse.
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