Las inversiones en salud son fundamentales para el desarrollo sostuvo aquí Gro Harlem Brundtland, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien afirmó que si aumentan los recursos en este sector para el año 2015 se podrían evitar ocho millones de defunciones anuales en los países en desarrollo.
En el Centro Internacional de Negocios de esta ciudad, donde dialogarán más de 50 Jefes de Estado del mundo participantes de la Cumbre de Monterrey, la directora de la OMS planteó la necesidad de establecer objetivos claros, cuantificables y con calendarios definidos, en los que exista acuerdo entre países donantes y beneficiarios, por ejemplo para reducir a la mitad el paludismo para 2010 o curar 85 por ciento de los casos de tuberculosis detectados para 2005.
Llamó a los países desarrollados a encontrar nuevos caminos para movilizar recursos financieros adicionales y canalizarlos a organismos como el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y el Paludismo.
Brundtland dio a conocer un estudio pionero de la Comisión de Macroeconomía y Salud, de gran alcance que surge después de la Cumbre del Milenio que hace recomendaciones para alcanzar la reducción de la pobreza a la mitad, la reducción en dos tercios de la mortalidad de los niños menores de cinco años; la reducción de tres cuartos de la mortalidad materna, contención del VIH/Sida y descenso de la frecuencia del paludismo y de otras enfermedades transmisibles para 2015.
El informe de la comisión analiza por primera vez los costos para alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio relativos a la salud.
De esta forma, el informe plantea que las afecciones sanitarias responsables de gran parte de la mala salud de las poblaciones desfavorecidas, en particular el VIH/Sida, la tuberculosis y el paludismo, precisan al año, un mínimo de 30 ó 40 dólares por habitante en los países en desarrollo.
Los gastos actuales en la totalidad de los aspectos de la atención de la salud suman únicamente 13 dólares por persona al año en las naciones menos adelantadas.
El informe, dijo la directora de la OMS, insta a los países en desarrollo a que durante los próximos cinco años dediquen a la salud, en promedio, uno por ciento más de su Producto Interno Bruto (PIB), sin embargo se reconoce que a pesar de este aumento del gasto en salud, la comunidad internacional de donantes debe compensar el déficit de financiación.
El VIH/Sida, la tuberculosis y el paludismo representan una porción preponderante de la carga mundial de morbilidad y provocan más de 5.5 millones de defunciones cada año. Las afecciones materno infantiles, la mala salud reproductiva, los traumatismos y las consecuencias del tabaco, también son prioridades en materia de salud mundial.
Las decisiones económicas, deben prestar atención a la salud. Mejorar la salud de los pobres no sólo es mejorar la vida de las personas, sino sentar los cimientos para construir una economía robusta, finalizó Brundtland.
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