En México persisten leyes de la edad media que permiten el rapto o que impiden un aborto legal en caso de incesto y revive con fuerza la práctica de la tortura sexual por parte de cuerpos policíacos, denunciaron feministas mexicanas en la Universidad de Columbia.
Verónica Cruz Sánchez, ganadora del premio Human Rights Watch 2006, dijo que en Guanajuato, pese a las altas tasas de incesto hacia las niñas y adolescentes, la ley no contempla la posibilidad de un aborto, al lanzar la Campaña 16 Días de Activismo contra la Violencia hacia las Mujeres en la Escuela de Trabajo Social de esta universidad.
Aún en los casos de mujeres adultas que acuden a las autoridades para denunciar violación, abundó la fundadora del Centro Las Libres, los mecanismos para proveer un aborto legal son fallidos en ese estado conservador, cuyo gobierno pretendió, como en Nicaragua, penalizar el aborto bajo cualquier circunstancia.
Mientras que en otro estado conservador, Jalisco, el rapto ?el secuestro de una mujer y su posterior violación con «fines matrimoniales»?no está penado, criticó Andrea de la Barrera Montpellier, integrante de la Red Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) en México.
En el Código Penal persiste los términos que apelan a la castidad, decoro o «buena fama» de la víctima, lamentó la joven internacionalista, participante en el Programa de Defensores de Derechos Humanos (HRAP, por sus sigla en inglés) de la Universidad de Columbia.
«Son reminiscencias de la edad media en el Código Penal», anotó Andrea de la Barrera «que van contra las convenciones internacionales firmadas por México. Son ejemplos de cómo «los códigos legitiman la violencia contra las mujeres.
Las agresiones sexuales a las mujeres por parte de diversos cuerpos policíacos ?estatales y federales?documentadas tanto en el estado de Oaxaca, como en San Salvador Atenco, fueron denunciadas por la periodista Miriam Ruiz, integrante de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
En México se avecinan tiempos difíciles para las mujeres, en tanto que a las formas de violencia que viven, sin que los gobiernos las puedan erradicar, se suman patrones que parecían superados como la tortura sexual a integrantes de movimientos sociales, alertó la también becaria del HRAP.
«Son patrones sistemáticos de ataque a las mujeres», indicó Andrea de la Barrera, que presentó, junto con otras organizaciones, el caso de las agresiones sexuales en Atenco ante el Comité de la Convención para la Eliminación de la Discriminación hacia la Mujer (CEDAW) en la ONU, hechos por los cuales el gobierno mexicano obtuvo una recomendación.
La conferencia para lanzar la Campaña 16 Días de Activismo en la Universidad de Columbia fue organizada por el Centro para el Estudio de los Derechos Humanos y la Escuela de Trabajo Social de la misma casa de estudios y marcó el final de la gira por ocho ciudades norteamericanas de Verónica Cruz y HRW para llamar la atención sobre la falta de acceso al aborto legal en México.
06/SP/GG
