En los medios de comunicación, a las mujeresse les sigue situando como «buenas y malas, victimas y victimarias». No importa qué papel jueguen: funcionarias, legisladoras o magistradas, la lógica siguesiendo la misma: mirarlas desdelo que tradicionalmente se le ha atribuido a lo femenino, «la sensibilidad, el cariño, el cuidado de los otros, la buena presentación».
Asílo señaló esta tarde Lucía Lagunes Huerta, coordinadora general de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), en su ponencia «Las noticias, imágenes distorsionadas de las mujeres», en el Coloquio Género, Cultura, Discurso y Poder, que se realiza desde hoy y hasta el 9 de octubre en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Esta situación provoca, señaló Lagunes Huerta, que en la actualidad toda mujer que viva en la esfera de lo público corra el riesgo de que su vida privada sea parte del escrutinio público, la cual será usada para derrocarlas o para enaltecer su victimismo.
EXCLUSIÓN Y SEXISMO
En términos generales, afirmó la feminista, en los medios de comunicación las mujeres nos enfrentamos a una realidad de exclusión y sexismo. «Del total de información diaria que se transmite en el mundo a través de los medios de comunicación, 18 por ciento aborda temas de la condición social de las mujeres, cuando somos más del 50 por ciento de la población».
Detalló que lograr que los medios dejen de transmitir imágenes discriminatorias de las mujeres ha sido una batalla de años. En este tema, explicó, durante la Conferencia Mundial sobre la Mujer que tuvo lugar en Pekín en 1995 se incluyó en el Capítulo J de la Plataforma de Acción de Pekín por primera vez el tema trascendental de los medios de comunicación y se propusieron acciones concretas para erradicar la imagen estereotipada de las mujeres en los medios.
De igual manera, el año pasado, durante la X Conferencia sobre la Mujer de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), realizada en Quito, Ecuador, nuevamente se incluyó un apartado para los medios de comunicación, referente a la cobertura informativa en el marco de los procesos electorales.
El tema de aquella Conferencia fue participación política, explicó Lagunes Huerta, por lo cual se acordó fomentar que los medios de comunicación cubran las campañas electorales de las mujeres de manera equilibrada y equitativa con las de los varones.
Recordó que la presidenta de Chile, Michel Bachelet, narró el trato que le daban en la cobertura informativa los medios de comunicación en su país, donde el foco central era su vestimenta o su corte de pelo y no su acción y propuesta de gobierno.
Otro ejemplo reciente de cómo tratan los medios a las mujeres es la nota informativa publicada el 18 de marzo de este año en el diario «Clarín», sobre la gira de la mandataria de Argentina Cristina Kirchner, con el encabezado «Cristina viaja a Europa para codearse con el progresismo».
Es decir, «ella no es una mandataria que hace política como cualquiera en su lugar, ella es una mujer llamada Cristina que viaja a otro país a «codearse», no a cumplir una agenda de Gobierno», dijo Lagunes. Y como estos ejemplos, todos los días ocurre lo mismo en la prensa.
Agregó que si bien hay cambios y avances, el camino para lograr que las noticias no distorsionen las imágenes de las mujeres es largo hasta lograr que muestren a las mujeres en condiciones del ejercicio de su ciudadanía, como sujetas y actorasde su proceso histórico.
No sólo por lo que falta avanzar dentro de los propios medios, sino porque lo que sucede en ellos es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad donde aún sigue instalada la división femenina de «buenas y malas», puntualizó.
Se sigue creyendo y se fomenta desde los medios que la misión fundamental de las mujeres es la maternidad, la familia, el amor el servicio a los demás, la virtud, etcétera, etcétera. Y desde esta dicotomía, dijo Lagunes Huerta, las mujeres somos mostradas en imágenes tanto gráficas como escritas.
08/GT/GG
