La Mesa Sindical de Trabajadoras de Maquila (MSTM) de El Salvador, entregó el pasado jueves al Ministerio de Trabajo y Previsión Social una solicitud de mejora salarial.
Según información de la agencia de noticias latinoamericana Púlsar, las empleadas de la maquila solicitaron dos sueldos más al año, ya que actualmente el salario mínimo que reciben es de 81 dólares quincenales, lo que representan un total de 162 dólares al mes, los cuales aseguraron son insuficientes para cubrir las necesidades más elementales de las obreras.
De acuerdo con la agencia informativa, «las trabajadoras advirtieron que el aumento al salario mínimo del 6 por ciento del año pasado se diluyó a la fecha en un tres por ciento».
En tanto, la representante del Sindicato General de Costureras, Aracely Martínez dijo a la agencia informativa latinoamericana Púlsar, que las trabajadoras también llevarán su petición a la Asamblea Legislativa para conseguir el apoyo de los partidos políticos salvadoreños.
Las denominadas «zonas francas», que generan empleo para un poco más de 80 mil salvadoreños, se establecieron en El Salvador desde 1976, y a fines del 2000 funcionaban 74 empresas, de las cuales la mayoría son maquiladoras de ropa.
También hay maquila dedicada a fabricar productos de cuero, reparación de juguetes, repuestos de maquinaria, productos médico-quirúrgicos y embalaje de maquinaria de ropa.
En muchas empresas maquiladoras, la fuerza laboral está compuesta por mujeres, que devengan bajos salarios, informó el diario panameño La Prensa, en su versión electrónica.
En el Salvador, junto con otros países latinoamericanos como Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá y República Dominicana, las maquiladoras dedicadas a la rama textil, vestuario y montaje electrónico emplean más de 500 mil mujeres y hombres. La mayor parte son de propiedad coreana, taiwanesa y norteamericana y exportan a Estados Unidos.
Los empresarios de las maquilas prefieren mujeres jóvenes, (de 15 años a 25 años) sin hijos, sin experiencia laboral y no embarazadas (en México y El Salvador exigen certificados de no-gravidez, y el embarazo constituye causa de despido inmediato).
Para ellos, la mano femenina debe ser dócil, disciplinada y paciente, con destrezas para realizar determinado tipo de tareas que son extensión de las tareas domésticas y otras que se les ha inculcado a través de los procesos de socialización, según señala el estudio El fenómeno maquilador en México y Honduras de la Confederación Mundial del Trabajo.
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