Luego de 10 años de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió al gobierno oaxaqueño una recomendación para mejorar las condiciones de vida de las reclusas, en tres meses abrirá sus puertas el Centro de Readaptación Social Femenil.
La importancia de este nuevo centro radica en que separará a las procesadas de las sentenciadas, además de que pondrá en marcha proyectos productivos y cursos de adiestramiento en diversas disciplinas a fin de ofrecerles verdaderas opciones de readaptación.
En un comunicado de prensa el gobierno estatal asegura que las obras en este Cereso femenil registran un avance considerable; incluso varios edificios ya fueron concluidos.
Cabe recordar que desde hace 10 años la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió al gobierno oaxaqueño una recomendación sobre las deplorables condiciones en que se encuentran las internas en el Centro de Readaptación Social de Santa María Ixcotel.
A ello se suman los señalamientos que han realizado las comisiones Estatal (CEDH) y Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En 1999 inició la construcción por etapas de las áreas en un predio de cuatro hectáreas ubicado en inmediaciones de Tlacolula de Matamoros. Primero se edificaron la plataforma, cuatro torres de vigilancia y el edificio de servicios médicos que incluyen consultorios, laboratorios, cuneros, farmacia, hospitalización, recuperación y jefatura, entre otros.
En el ejercicio 2000, añadió, se iniciaron y concluyeron el edificio de cocina que incluye sanitarios, áreas de refrigeración, talleres, despensa, bodega y cuarto de basura; además, los primeros 138 espacios con tienda, zonas de lavaderos, baños, áreas de comedor, de aseo y de control.
El año pasado los trabajos continuaron con la construcción de los edificios de taller de confección, aulas de contenido y de visita conyugal. Otro de los aspectos importantes es que tendrán un espacio individual propio aquellas que tengan hijos menores de edad, por lo que se les proporcionarán todas las facilidades para atenderlos.
De acuerdo con la Dirección de Prevención y Readaptación Social, en el estado existen alrededor de cinco mil 240 internos; de los cuales 240 son mujeres, distribuidos en 30 reclusorios del estado, muchos de los cuales registran problemas de sobrepoblación.
En el caso de ellas 50 por ciento está recluida en el penal de Ixcotel, 40 por ciento en el de Santo Domingo Tehuantepec y el 10 restante en diversos reclusorios más.
Tanto en Tehuantepec como en el Cereso central las internas conviven en reducidos espacios, el mayor de ellos de aproximadamente nueve metros cuadrados; en ellos tienen que dormir, hacer sus labores domésticas y atender a sus hijos, en tanto que en el pequeño patio se reúnen para hacer trabajos artesanales, que consisten en la elaboración de bordados.
De los 446 centros penitenciarios de todo el país sólo existen 10 centros femeniles, el resto de las reclusas se concentra en anexos en 220 centros varoniles; situación que agrava sus condiciones por la falta de espacios adecuados para cubrir sus necesidades básicas como atención hospitalaria con salas de maternidad, personal de pediatría, guardería, servicios de higiene y alimentación adecuada para ellas y sus hijos.
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