El 80 por ciento de las trabajadoras migrantes en la frontera sur de México son menores de edad indocumentadas y cobran los salarios más bajos de la región, según datos de la investigadora guatemalteca, Lesbia Ortiz Martínez.
La participación femenina en los flujos migratorios de la frontera sur mexicana, se ha incrementado, donde confluyen migrantes trabajadoras de Guatemala, Honduras, Nicaragua, y el Salvador en actividades domésticas, agrícolas y sexo servicio entre otras, precisó Ortiz Martínez en el documento México y su Frontera Sur.
Añade que en Tapachula, Chiapas, estado del sureste mexicano -frontera con Guatemala- el 90 por ciento de las trabajadoras domésticas son migrantes procedentes de los países antes mencionados.
Mientras que la mayoría de las trabajadoras procedentes de Guatemala se quedan ejerciendo la prostitución luego de haber sido engañadas o ante el fracaso en su intento por llegar a los Estados Unidos, cabe señalar que muchas de ellas se encuentran extremadamente vulnerables a la trata de personas o bien han sido ya tratadas, enfatiza el documento.
De igual manera, indica que en México se ha hecho muy poco para conocer más de la situación de las mujeres migrantes, lo que hace difícil hablar con precisión de ellas por falta de datos y estadísticas desagregadas por sexo.
En lo que respecta a la trata de personas, el Instituto Nacional de Migración (INM), el Instituto Nacional de la Mujeres (INM) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), mediante un convenio han realizado una investigación sobre las dimensiones y características de ésta. Sin embargo a más de un año de ello, sus resultados no han sido publicados.
Hasta la fecha el INM continúa sin presentar esas estadísticas, a pesar de los históricos reclamos de los académicos y organizaciones de la sociedad civil, puntualiza el texto editado por la organización civil Sin Fronteras
De acuerdo con el informe Estado de la Población Mundial 2006, Hacia la Esperanza, Las Mujeres y la Migración Internacional, editado por el Fondo de Población de las Naciones (UNFPA), la trata de seres humanos es, de las actividades comerciales ilícitas, la que ocupa el tercer lugar entre las más lucrativas del mundo, después del tráfico de armas y el de estupefacientes.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la actualidad al menos 2 millones 450 mil víctimas de trata están trabajando en condiciones de explotación en el mundo y cada año se le agregan un millón 200 mil más, la mayoría mujeres, niñas y niños, que se ubican tanto en las fronteras como dentro de los límites nacionales.
Respecto al trabajo doméstico el UNFPA, indica que este es uno de los mayores sectores laborales que impulsan la migración internacional de mujeres y si bien ha proporcionado a millones de mujeres migrantes la oportunidad de mejorar sus vidas, el hecho de que ese trabajo se realice puertas cerradas puede colocarlas en situaciones de riesgo.
Entre ellos, ataques físicos, violaciones, trabajo abrumador, además de negárseles su remuneración, días de descanso, nulo acceso a servicios médicos. En ocasiones se pueden observar aquí las formas más extremas de explotación femenina.
En este contexto se lleva a cabo en México la Semana Internacional del Migrante, cuyo objetivo es analizar como país una situación que demanda instrumentar políticas y acciones que garanticen una defensa eficaz de los derechos humanos de los migrantes, tanto en la frontera norte como en la frontera sur.
La Semana Internacional del Migrante esta organizada conjuntamente por La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y El Colegio de la Frontera Norte (CFN).
06/GT/LR
