México no cumplirá con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) porque no ha trabajado en una política integral que entienda que la pobreza, salud, economía y educación tienen una estrecha relación y no pueden aislarse, consideraron integrantes del Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población.
Al hacer un balance de los ODM en el marco del Día Mundial de la Población, las integrantes del Foro –IPAS, Afluentes, GIRE, Católicas por el Derechos a Decidir, Equidad de Género, Ciudadanía Trabajo y Familia ySipam– aseveraron que las políticas sociales y económicas implantadas por el Estado mexicano han sido un fracaso.
Los ODM son ocho y surgieron de la Declaración del Milenio firmada en 2000 por 189 países -México fue uno de ellos– miembros de Naciones Unidas, como un compromiso para mejorar las condiciones de vida de la humanidad, en las áreas de desarrollo y erradicación de la pobreza, paz y seguridad, protección del medio ambiente, derechos humanos y democracia.
Las participantes del Foro coincidieron en señalar que en nuestro país ni se ha logrado reducir la pobreza, ni se ha mejorado el accesoa la educación básica de mujeres y hombres, y en lo que se refiere a mejorar la salud materna, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (SS), Mauricio Hernández Ávila, reconoció en días pasados que difícilmente se logrará la meta.
María Eugenia Romero, de la organización civil Equidad de Género, Ciudadanía y Trabajo, denunció que la pobreza aumentó en el país, ya que pese a que se redujo el número de personas que viven con menos de un dólar diario (uno de los ODM) al pasar de 10.8 en 1985 a 3.5 por ciento en 2005, la población que se encuentra en situación de pobreza se ubica en el 30 por ciento.
Más aún, en cuanto a disminuir la desigualdad no ha habido avances, apuntó.
Para las feministas representantes de ONG especializadas en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres existe una clara relación entre los ODM y lo signado por México en las Conferencias internacionales de El Cairo (en 1994) y Beijing (1995), las cuales tienen que ver con políticas de población, por lo que de no tomarlas en cuenta difícilmente se podrán lograr las ocho metas planteadas en la Declaración del Milenio, donde se considera fundamental para el progreso el avance en los derechos humanos de las mujeres hacia la igualdad de género.
IMPACTO NEGATIVO EN JUVENTUD
Durante los trabajos del Foro, Raffaela Schiavon, directora de IPAS México, señaló que la salud reproductiva de las y los adolescentes continúa siendo una de las menos atendidas y es de las más descuidadas por el gobierno federal que se resiste a enfocarlo como un asunto prioritario por razones ideológicas.
La titular de IPAS, experta en temas sexuales y reproductivos, apuntó que la salud reproductiva adolescente tiene una estrecha relación con la salud materna, con sexualidad, con aborto, con reproducción, VIH/SIDA, VPH, violencia, educación, trabajo, desarrollo, migración, diversidad sexual y nuevas formas de familia.
El mismo Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) ha reconocido que los jóvenes se encuentran cada vez más afectados por esta ausencia de políticas públicas en salud sexual y reproductiva para ellos, señaló.
Para Raffaela Schiavon cada vez más las y los adolescentes y jóvenes se enfrentan a la pobreza, el desarrollo, abandono escolar, la falta de trabajo decentemente remunerado, la migración, las uniones tempranas, embarazos no planeados y deseados, lo que a decir del UNFPA ha colocado a los jóvenes varones en un círculo sin salida.
Datos del Conapo, citados por Schiavon, revelan que hay una ausencia de mejoría escolar en todas las categorías de las y los jóvenes.
A nivel de educación secundaria, por ejemplo, los hombres desertan más que las mujeres; las uniones precoces en su mayoría son consecuencia y no causa de un embarazo temprano y resultan ser el factor expulsor de escolaridad de los más importantes para los hombres porque se ven obligados a buscar trabajo.
Destacó que el 94 por ciento de los varones adolescentes entre 15 y 19 años están casados y el 88 por ciento separados y trabajan, contrario al 49 por ciento de los solteros.
El impacto de las conductas reproductivas a esta edad resulta tremendamente negativo para las posibilidades de desarrollo escolar, enfatizó Schiavon, por lo que deberían asumirse como políticas de Estado por parte de órganos rectores, como el Consejo Nacional de Población (Conapo), la Secretaría de Salud y de Educación Pública que puedan promover educación, desarrollo y salud para mujeres y hombres adolescentes y jóvenes, condiciones indispensables para que la sociedad logre alcanzar algunos de los ODM.
07/LGL/CV
