El cuello, las piernas, la pelvis, los senos, la cabeza y el abdomen de la artista Lorena Wolffer, tenuemente iluminados por las luces del Museo Universitario del Chopo, se convierten en mapas donde documenta la violencia con la que 290 mujeres fueron asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, mientras todos nosotros dormíamos.
La mirada de Wolffer, creadora del performance «Mientras dormíamos», evoca una sensación de tristeza y desesperación que nos hace sentir culpables por el silencio y la permanente somnolencia con que aceptamos la violencia contra las mujeres, porque mientras dormíamos seguían siendo asesinadas y desaparecidas sin más sentimiento por nuestra parte que la indignación.
En el público hay niñas, jóvenes, adultas, ancianas, y todas poseen una expresión de repugnancia hacia aquellas personas a quienes la palabra justicia no les significa nada y mucho menos ante un fenómeno que la autora califica como «violencia intstitucionalizada».
A través de un plumón quirúrgico, la artista plasma en su cuerpo el lugar exacto donde cada una de estas mujeres fue herida de muerte. Su escenario es una morgue. La humillación, los golpes, las cortadas, los balazos y violaciones que sufrieron estas mujeres antes de ser asesinadas, logran reproducirse en el cuerpo de Wolffer, convirtiéndolo en un vehículo de protesta e indignación ante «la permisividad y silencio en el que ocurren los crímenes».
Mediante los reportes policiacos en los que se documentan la forma en que perdieron la vida, la ropa que vestían, la edad de las víctimas y sus nombres, Wolffer logra crear una atmósfera de indignación y exaltación a través del cual hace de su cuerpo uno colectivo que refleja el sufrimiento de las decenas de niños y niñas que quedaron huérfanos, de las madres que perdieron a sus hijas, de los hombres y mujeres que sufrieron la pérdida de sus hermanas y de las mujeres que perdieron la vida.
«Mientras dormíamos» tiene como objetivo articular en una pieza la pasividad y tolerancia que existe frente a la violencia en contra de las mujeres, especialmente en Ciudad Juárez, declara Wolffer.
«Quise plasmar en mi cuerpo las heridas de esas mujeres, como una forma de hacer responsables a todos y todas, ya que nuestro silencio sólo posterga el esclarecimiento de los casos y, peor aún, provoca que las mujeres sigan muriendo de forma brutal», asegura la artista.
«Mientras dormíamos» es una denuncia que, trasladada al cuerpo de Wolffer, permite presentar de manera gráfica las agresiones, heridas y violaciones en contra de 290 mujeres de aquella ciudad fronteriza, al tiempo que nos hace a todos y todas culpables de la somnolencia permanente con la que aceptamos estos crímenes.
Pero sobre todo, es un exhorto a la sociedad civil a participar activamente y demandar justicia ante la ola de violencia y asesinatos en aquella ciudad fronteriza.
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