Las mujeres centroamericanas que llegan a México en su trayecto rumbo a Estados Unidos, se ven envueltas en las redes de explotación sexual comercial y son más vulnerables a contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH-Sida.
La investigadora del Colegio de la Frontera Sur Martha Luz Rojas Wiesner, explicó que muchas migrantes centroamericanas se ven obligadas a desempeñarse en el comercio sexual, como una labor que les permita seguir migrando hacia el norte del país.
La estudiosa de la migración femenina dijo que Ciudad Hidalgo, Cacahoatán, Puerto Madero y Tapachula son algunos de los centros urbanos de la región fronteriza del Soconusco, en Chiapas, donde mujeres migrantes se encuentran en condición de explotación sexual comercial.
Detalló que de las centroamericanas en esa situación cerca del 70 por ciento son jóvenes entre 18 y 27 años de edad. Una tercera parte de ellas son analfabetas y más de la mitad tiene un hijo o hija en su país de origen.
Rojas Wiesner apuntó que las migrantes centroamericanas son más vulnerables que las mexicanas en condiciones de explotación sexual, ya que son chantajeadas de que serán denunciadas para que las deporten a sus países de origen, si no complacen a los consumidores que les exigen tener relaciones sin condón.
Después de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado, el municipio fronterizo de Tapachula es el lugar que presenta mayor número de casos de VIH, toda vez que por cada tres hombres hay una mujer con el virus, sin contar a aquellas que lo adquieren en esa ciudad y parten ignorando su situación.
La experta observó que para algunas migrantes centroamericanas en condiciones de explotación sexual su permanencia en los municipios fronterizos de Chiapas se torna más permanente.
Algunas de ellas ?añadió? pueden tardar años para proseguir hacia Estados Unidos; otras incluso ya no intentan seguir con su propósito inicial y deciden regresar a su país de origen, o se quedan en México, donde ya se han establecido y han nacido sus hijos.
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