Migrantes nicaragüenses consiguen mejores empleos: OIM

La migración de mujeres de Nicaragua al extranjero ha dado un giro distinto en los últimos años, pasando de labores del hogar  a otras áreas más técnicas, dijo Paola Zepeda, encargada de la Oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el país centroamericano.
 
Jorge Estrada, coordinador de la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, explicó que en el caso de las mujeres migrantes “cada vez más se ubican en otros trabajos (distintos a trabajadoras del hogar como era costumbre) de acuerdo con su formación académica”.
 
Según la organización, en la actualidad las migrantes nicaragüenses “se ubican cada vez más en mejores puestos de trabajo”, más allá de las labores domésticas.
 
En entrevista con Cimacnoticias, Estrada dijo que ahora “las que emigran con estudios superiores o con carreras técnicas se proyectan en los lugares a los que llegan”.
 
Incluso algunas salen de Nicaragua con becas para realizar estudios superiores, “luego se quedan trabajando o establecen relaciones para volver a trabajar a esos países donde estudiaron, y las que migran por asuntos laborales tratan de continuar con sus actividades académicas y poco a poco van ocupando puestos en las empresas”.
 
Recalcó que las mujeres migrantes siempre son más perseverantes en sus estudios universitarios a diferencia de los hombres. Hay regiones de Nicaragua como Estelí y Somoto donde las mujeres más calificadas han emigrado y actualmente se emplean en diferentes puestos laborales como maestras y enfermeras en el extranjero.
 
“La tendencia de cambio va en aumento en la medida que las mujeres se proyectan socialmente en el país al que llegan”, abundó Jorge Estrada.
 
Paola Zepeda, de la OIM, explicó que “antes eran las mujeres las que se quedaban en casa y los hombres los que emigraban, ahora esto ha cambiado”.
 
Dijo que en muchos casos lo anterior se debe a la crisis económica mundial que ha afectado las áreas de trabajo en los que la mayoría de hombres se empleaban tradicionalmente, como la construcción  y la industria.
 
Zepeda agregó que la migración femenina tiene “impactos negativos y positivos”, ya que por un lado es alentador que las mujeres asuman un rol de responsabilidad mayor que los hombres en el envío de remesas, pero por otro los hombres descuidan su responsabilidad económica con sus hijas e hijos y dejan la carga a la mujer migrante.
 
Las nicaragüenses salen del país con objetivos bien claros, como mejorar la situación familiar, financiar los estudios de sus hijos, construir o comprar sus casas, o instalar su propio negocio; para eso establecen plazos y regresan al conseguir sus metas, explicó.
 
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