Una decena de ministras de la mujer de las naciones englobadas en el Mecanismo de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) urgieron a sus gobiernos y corporaciones a reformar las leyes laborales para acabar con la discriminación hacia las trabajadoras, así como reconocer su doble carga en el trabajo doméstico al finalizar aquí la Segunda reunión ministerial sobre mujeres de APEC.
Las 14 recomendaciones emitidas por 10 ministras de la mujer, incluyendo a la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en México, Patricia Espinosa Torres, exhortan «a las 21 economías de APEC a atender las desigualdades que enfrentan las mujeres trabajadoras provocadas por la reestructuración de la industria, debidas a la liberalización comercial.»
Dos de cada cinco mujeres en el planeta habitan en alguna de las naciones que forman APEC, donde en el año 2000 se generó 46.76 por ciento del comercio mundial.
Asimismo, las funcionarias pidieron promover políticas que equilibren la vida familiar y laboral, en particular el cuidado a la familia y que consideren en forma apropiada la carga desproporcionada del trabajo no remunerado que soportan las mujeres, añade el exhorto que será presentado el próximo octubre en Los Cabos ante de jefes de Estado y líderes de APEC, donde participan del lado americano Canadá, Estados Unidos, Chile, México y Perú.
Las delegadas y delegados piden medidas activas en el mercado laboral para mitigar el impacto de la liberalización comercial, como las condiciones mínimas de trabajo para las mil 300 mujeres que viven en las economías de APEC y que incluyen a China, China Taipei, Tailandia y Malasia, entre otros.
«Resolvemos trabajar para asegurar que los retos que presenta la globalización para la mujer, incluyendo mujeres indígenas, se cumplan y que los beneficios de la reforma estructural y un mercado globalizado lleguen a todas nuestras comunidades, incluyendo las menos favorecidas, las discapacitadas y las pobres», anunció Patricia Espinosa en conferencia de prensa.
El punto 12 del documento urge a los gobiernos a suministrar redes adecuadas de seguridad social que tomen en cuenta las situaciones particulares de las mujeres desplazadas y a fomentar políticas de igualdad de oportunidad en el empleo.
Llamaron a funcionarios e industriales de APEC para que reconozcan la aportación única de los pueblos indígenas para sus economías, al exhortar se lleven al cabo investigaciones que reflejen las experiencias de estos grupos con miras a abordar sus retos específicos ante la liberalización económica.
Beatriz García Maciel presidenta de México Unido por la Mujer aseguró en entrevista que el reconocimiento al trabajo no remunerado de las mujeres y a la aportación económica de las y los indígenas son puntos puestos a la mesa por Patricia Espinosa, que como diputada federal impulsó una ley sobre trabajo doméstico.
García Maciel, activista de Guadalajara, añadió que la ministra canadiense de la multiculturalidad y la mujer, Jean Augustine; la secretaria del Trabajo en Nueva Zelanda, Margaret Wilson y la ministra chilena de la mujer, Adriana Delpiano, destacaron por su decisión para que las acciones a favor de las trabajadoras quedarán adecuadamente plasmadas en la declaratoria.
El grupo de 400 personas participantes resaltó que para que todo lo anterior rebase las buenas intenciones será fundamental lograr que las mujeres tengan una participación real al interior de los consejos y grupos de trabajo en APEC.
Uno de los mayores problemas que enfrentan las microempresarias es la falta de acceso a la propiedad para avalar sus créditos por lo que carecen de acceso a financiamientos. Por ello se hacen necesarios los microcréditos, pero como el microfinanciamiento «no es una panacea, éste debe ser complementado con otros servicios empresariales como es el acceso a mercados».
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