La antropóloga y feminista Marta Lamas, junto con otras feministas, vuelven la mirada hacia las mexicanas del siglo XX, aquéllas que día con día se incorporan al mercado del trabajo y a carreras universitarias tradicionalmente «masculinas», las que escalan escaños en la política o las que optan por una maternidad voluntaria, en la reciente publicación «Miradas feministas sobre las mexicanas del siglo XX», coordinada por Lamas.
Las miradas feministas son ofrecidas por Gabriela Cano, reconocida investigadora sobre la historia social y cultural de las mujeres y el género de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien abre el primer capítulo de esta publicación haciendo un recorrido histórico de la lucha de las mujeres, desde las primeras profesionistas hasta la lucha por obtener el derecho al voto en 1953.
En el segundo capítulo, las feministas María de la Paz López, del Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), y María Luisa Tarrés, del Colegio de México. Mientras Paz López hace un recorrido por los procesos históricos y sociales de las mujeres desde el año 1800, María Luisa Tarrés hace un recuento de los avances obtenidos por las mujeres en tres décadas: de 1970 a 2000, impulsados principalmente por el movimiento de mujeres.
Marisa Belausteguigoitia, directora del Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, participa en la compilación de feministas que dan su mirada de las mexicanas del siglo XX con su ensayo sobre los escenarios de construcción de sujeto femenino indígena desde «las malinches hasta las comandantes», las mujeres de Acteal, en Chiapas, hasta las que forman parte del EZLN, la comandanta Esther.
En el prólogo, la coordinadora de la publicación, Marta Lamas, señala que «las autoras muestran distintas facetas del recorrido femenino y dan cuenta de etapas y momentos de la batalla dura y apasionante por alcanzar el estatuto social de igualdad».
En la publicación se incluye el feminicidio en Ciudad Juárez, a cargo de un ensayo de la investigadora Julia Monárrez Fragoso que, a decir de Lamas, «incluye tres mancuernas cruciales en la vida de las mujeres: la ciudadanía y la política, la condición de indígena y el racismo, la vulnerabilidad clasista y la violencia sexista».
Asimismo, la antropóloga y feminista reconoce la ausencia de otras mujeres no menos importantes en la historia, pero que por razones de selección de materiales quedaron fuera de él y que son las que tienen que ver con la vocación y oficios de mujeres como las obreras, profesionistas, las jornaleras, enfermeras, maestras y otras tantas que «experimentan satisfacciones por gozar de cierta independencia, socializar fuera del ámbito doméstico y contar con un salario propio».
«Desde antaño, la servidumbre y la prostitución han sido opciones de sobrevivencia de las mujeres. Hoy en día es posible interpretar el trabajo doméstico remunerado y la venta de servicios sexuales como actividades paradigmáticas del lugar femenino en la sociedad».
En este sentido las feministas Mary Goldsmith y Marta Lamas, expertas en estos temas, también contribuyen con sus valiosos aportes en estas miradas feministas. La primera, señala Lamas, reconstruyendo los mitos alrededor de estas trabajadoras, mientras que la segunda, «indaga en las raíces prehispánicas para entender el contexto cultural que favorecen la vigencia de la doble moral».
Por su parte, Márgara Millán «ofrece un registro documentado de la inserción de las mujeres como directoras en la industria del cine mexicano y muestra cómo las cineastas reflexionan críticamente sobre la condición femenina y da cuenta del contexto en el que el cine nacional pasa de industria floreciente a conjunto de exploraciones desafortunadas o de creación artística y denuncia política».
Además ofrece una reflexión sobre las nuevas generaciones de cineastas influenciadas por el feminismo expresadas en tres entrevistas, señala la también directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
La feminista expresa en el prólogo también que el siglo XX «concluye con un saldo positivo para las mujeres, pese a que amplios sectores no hayan alcanzado las condiciones de las mujeres urbanas de la clase media.
A la luz de estos ensayos, las mexicanas abandonan el tradicional papel de mujercitas resignadas y despliegan su audacia y su rebeldía: transgreden límites, cruzan fronteras, descubren nuevas ilusiones y dan rienda suelta a sus anhelos e ilusiones.
Entre el hogar y la nación, las mujeres del siglo XX ganaron acceso a los espacios de los que habían sido excluidas y lograron reiterar una idea: el azaroso proceso de constitución de las mujeres en sujetos autónomos y críticos del orden patriarcal».
Miradas feministas sobre las mexicanas del siglo XX, del Fondo de Cultura Económica, se presentará el 18 de septiembre en la librería Rosario Castellanos, del Centro Cultural Bella Época.
07/LGL/GG
