Los concursos de belleza acostumbran ser el escenario para el despliegue absoluto de la imagen mujer-modelo-perfecta: exquisita físicamente, educada para triunfar en la pasarela de la apariencia social y, claro, con un coeficiente intelectual que no importa si es alto, bajo o de plano inexistente.
Para muchos y muchas los certámenes de belleza son más una tradición sin sentido donde se ven elegantes vestidos de noche, trajes típicos –que además ya son cada vez menos típicos, porque se presentan como en versión «minimalista», y no por el concepto del diseño, sino porque si les quitan un par de centímetros más de tela, ya no sabríamos, por ejemplo, de donde es el bordado– .Y claro, como olvidar el «estelar de la noche»: el bronceado perfecto, libre de celulitis y estrías, la sección de traje de baño.
Ante tanto despilfarro de apariencias, muchos de nosotros preferimos evitar, ya no digamos verlos, sino simplemente hablar de ellos, pero he aquí que siempre se pueden encontrar buenas sorpresas y en este tema «Miss Earth», un concurso de belleza femenina que no sólo involucra a jóvenes esculturales de rostro angelical, sino que obliga a la belleza por fuera y por dentro, en tanto que durante un año las ganadoras son designadas como las portavoces en el mundo de la toma de conciencia medioambiental.
Las misión: fomentar con belleza la misma belleza natural de la cultura ecológica a niveles educativos, gubernamentales y sociales, lo que, por principio, ayudará a crear conciencia sobre el cuidado del agua, la separación de la basura, el ahorro de la energía eléctrica, el sobrecalentamiento global, el trato ético a los animales, entre otros temas.
El certamen «Miss Earth» fue fundado en el 2000 y se ha convertido en uno de los concursos de belleza más grandes del mundo, al grado de que en 2007 participaron 88 candidatas; el superó al de las concursantes inscritas en Miss Universo y Miss Internacional.
Hasta el 2008, 547 mujeres habían participado en él y 136 naciones o territorios que se rehúsan a enviar representantes a otros concursos se han unido a éste; entre ellos: Tokelau, Sudán, Niue, Samoa o Cuba.
Una de las muestras de la libertad, que como la naturaleza fluye sin barreras, se dio en el 2003 con la estampa de Vida Samadzai, una afgana que desfiló con un bikini rojo causando un alboroto en su país natal; aunque no ganó, recibió una mención especial por su postura de «candidata con causa». Actualmente Samadzai reside en Estados Unidos y continúa su lucha en un binomio que va de los derechos de la mujer en su país a los derechos a una vida de compromiso medioambiental.
La elección de «Mis Earth» tiene cualidades muy similares a las de otros concursos: las candidatas deben ser bellas y jóvenes (entre 18 y 26 años de edad), pero en realidad es un concurso con mucho más «fondo que forma» –por decirlo de alguna manera-, pues cada una de estas mujeres llegan seleccionadas de sus países con absoluto conocimiento sobre temas ecológicos a nivel mundial y una clara idea de los problemas o soluciones al respecto.
La elección de «Miss Earth» mueve cada vez más cantidad de personas y de dinero a través del mundo; entre lo que se invierte y se gana, se crean apartados especiales para que la «Fundación Tierra» destine programas, ya sea de rescate o de mantenimiento medioambiental.
En el último trimestre de 2009 se dará a conocer a las ganadoras, que se dividen en cuatro interesantísimas categorías ya que se les conceden títulos que llevan el nombre de los elementos naturales: Miss Tierra Fuego -4º lugar-, Miss Tierra Agua -3º-, Miss Tierra Aire -2º-, y la ganadora absoluta, Miss Tierra.
Cada una de ellas adquiere diferentes obligaciones según el plan anual del certamen y la ganadora de «Miss Earth» funge como portavoz de la Fundación Miss Tierra, las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones del medio ambiente.
Este año, México seleccionó para el certamen a jóvenes de las 32 entidades del país; la final se realizo ayer en Yucatán y según la pagina oficial del concurso, el sábado 29 subirán la fotografía y los generales de nuestra representante.
Por lo pronto, en el sitio www.missearth.tv se puede uno llevar gratas sorpresas conociendo a otras de las participantes, activistas en su mayoría, clara muestra de que la belleza y la femineidad tiene una buena causa al no estar peleada con el conocimiento y el compromiso, en este caso, por la salud del planeta.
09/LV/LG
