El Modelo de Equidad de Género (MEG) que impulsa el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) desde hace tres años para mejorar las condiciones de vida de las mujeres que laboran en empresas o dependencias públicas se convertirá en política pública en el 2006, informó María Elena Álvarez Bernal, secretaria ejecutiva del Instituto.
En boletín de prensa, la institución señala que el MEG es un sistema de gestión auditable por una empresa calificadora, el cual se integra dentro de las empresas políticas organizacionales -en favor de la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres- bajo ocho líneas de acción: reclutamiento y selección de personal; capacitación; desarrollo profesional; igualdad de oportunidades y compensaciones; vida familiar y laboral; ambiente laboral y salud en el trabajo; hostigamiento sexual y sensibilización en equidad de género.
Al intervenir en la ceremonia inaugural del Taller de Evaluación y Diseminación del Modelo de Equidad de Género, organizado por el Inmujeres y el Banco Mundial, la funcionaria federal añadió que el modelo ya ha probado su eficacia.
Un primer paso -dijo- fue el compromiso asumido por la Secretaría de la Función Pública, la cual incorporó en sus programas la perspectiva de género y apoyará al Inmujeres para que ésta se convierta en política pública en todas las entidades y dependencias de la Administración Pública Federal.
Álvarez Bernal agradeció a las 40 instituciones públicas y privadas que se han sumado a este proyecto y confió en que, una vez institucionalizado como política pública, resista los avatares de futuros cambios de gobierno. Asimismo, señaló la necesidad de colocar al MEG en todos los niveles y sectores de la sociedad para lograr un cambio cultural equitativo y justo.
En el taller participaron también representantes de 23 organizaciones que adoptaron el modelo en 2003 y 2004, así como funcionaros que tienen un papel trascendental en la definición de políticas dirigidas a la administración de personal en organizaciones públicas y privadas.
A ellos se sumaron María Elena Castro, gerente del proyecto de Equidad de Género del Banco Mundial, y Andrew Morrison, economista líder de Género y Pobreza de la misma institución financiera.
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