Inicio Movimientos como Las Adelitas, eficaces contra neoliberalismo y privatizaciones

Movimientos como Las Adelitas, eficaces contra neoliberalismo y privatizaciones

Por Sandra Torres Pastrana

Ni la mejor propuesta de reforma resuelve la problemática en Petróleos Mexicanos (Pemex), somos país rentista que exhibe todas las formas de corrupción, donde las elites nacionales y extranjeras se benefician de las bondades de la renta petrolera y hacen un gran negocio mutilando y desmantelando al organismo, afirma Rosío Vargas Suárez, experta en el tema energético, quien considera además un acierto político haber incorporado a las mujeres a la lucha contra la privatización.

En entrevista exclusiva para Cimacnoticias, Vargas Suárez, doctora en ingeniería energética por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresa sus puntos de vista sobre Pemex y la reforma, en el marco de la aprobación de los siete dictámenes que integran la llamada reforma energética en el Senado de la República, que se llevará a cabo mañana para posteriormente ser enviada al Congreso de la Unión.

La doctora Suárez es investigadora del área de estudios de la globalidad, donde desarrolla el proyecto «El sector energético estadounidense: implicaciones para México», coordina el área de estudios de la globalidad en la UNAM, ha dictado conferencias en foros nacionales e Internacionales y ha publicado más de 40 artículos en revistas especializadas.

Entre sus libros más recientes se encuentran: Alternativas energéticas para el siglo XXI y Recursos naturales estratégicos: los hidrocarburos y el agua, ambos coeditados junto con José Luis Valdés Ugalde y publicados por el CISAN.

MUJERES Y PETRÓLEO

–¿Considera que la protesta social, encabezada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el movimiento de Las Adelitas tuvo que ver para detener la iniciativa de propuesta original de Felipe Calderón?

— Esto ha sido muy importante, pese a la falta de apoyo de los medios de comunicación. En la globalización lo único capaz de revertir los proyectos neoliberales son los movimientos sociales. La estrategia del Frente Amplio Progresista (FAP) ha sido también muy importante y, por supuesto, ha contado el hecho de que el petróleo es parte de nuestra identidad nacional, por ello la idea bajo el actual proyecto de integración es una gradual aniquilación de ese nacionalismo. Eso es lo que buscan las elites en América del Norte.

–En este sentido, ¿qué opina de la activa participación de las mujeres en defensa del petróleo?

— Ha sido muy inteligente por parte de López Obrador incorporar a las mujeres, porque no sólo somos mayoría poblacional, somos lideresas y nos gusta que nos tomen en consideración en los procesos políticos. Políticamente haber incorporado la cuestión de género ha sido ampliar los espacios de proyección para la mujer y darle un papel como actor social. Esto va a dar a AMLO muchos votos si se vuelve a candidatear a la presidencia.

— ¿Es el ámbito energético un espacio vedado a las mujeres? ¿Por qué hay una gran mayoría de voces masculinas en la discusión sobre energía y petróleo?

— Las restricciones están tanto en hombres como en mujeres. En el primer caso porque no te ven como igual. Hay que trabajar mucho para ganarse un pequeño espacio, aguantar que te descalifiquen, te saquen de los debates, no te escuchen con el mismo respeto, pero el machismo está también en las mismas mujeres quienes reproducen todas estas actitudes. En el caso de las mujeres, nuestro condicionamiento no ha sido para creer que podemos hacerla en disciplinas diferentes a las tradicionales, y no estar conscientes que hay que trabajar durísimo para lograr algo en la vida. Se nos ha enseñado que ser bella es suficiente.

–¿Qué aporta la visión de las mujeres ante la crisis energética y la reforma en Pemex?

— Honestamente no creo que haya en la cuestión de la crisis energética una visión de género. La mejor visión es la más objetiva, rigurosa; la mejor informada. La que utiliza del método científico para arribar a conclusiones en un intento de alcanzar la neutralidad valorativa y la rigurosidad científica.

«En lo que concierne a la Reforma de Pemex, creo que la participación de la mujer ha sido visible porque las mujeres nos hemos convertido en un actor con estrategias propias, porque estamos en los mítines, tenemos presencia política y porque tenemos algo que decir».

LA APROBACIÓN DE LA REFORMA

— ¿Qué beneficio y/o afectaciones concretas tendría la población mexicana al ser aprobada esta reforma?

— Aún no salen publicados todos los dictámenes. Habrá que analizarlos con cuidado porque me da la impresión que la prensa ha destacado los consensos, pero creo que hay aspectos delicados en donde se mantienen partes medulares de la propuesta de Calderón, pero habrá que esperar a tener todos los dictámenes.

«El riesgo para la población es que continúe la fuga de la renta petrolera en la forma de ganancias para los privados nacionales y extranjeros, el manejo discrecional y poco claro de los excedentes por parte de Hacienda, el privilegiar el destino de los ingresos petroleros para el gasto corriente y el continuar desmantelando el Estado de Bienestar bajo la justificación de la ineficiencia o la falta de recursos presupuestales. ¿No es eso con lo que justificaron que el Estado no debía distraer el gasto en salud y educación hacia inversiones productivas en PEMEX? Entonces, ¿en qué quedamos?»

— ¿Los cambios realizados a la reforma son significativos para que se esté dando un consenso en los partidos y sea aprobada?

— Sí, los acuerdos concertados están entre los aspectos más debatidos y controversiales en las propuestas de Calderón y de Manlio Fabio Beltrones. Los consensos están en: 1) no a contratos de riesgo abiertos o velados; 2) no a la privatización abierta en refinación, transporte y almacenamiento de hidrocarburos; 3) no sometimiento a la jurisdicción de tribunales internacionales; 4) la prioridad al componente nacional en las adquisiciones y contratos otorgados por Pemex; 5) no a la modalidad de filiales sugerida en la propuesta de Beltrones.

«Sin embargo, hay áreas en donde no parece superado el privilegio a las trasnacionales, sobre todo de las españolas, como en lo que se refiere a la Ley para el aprovechamiento de las energías renovables, entre otros resultados. Habrá que analizarlos con detenimiento para ponderar sus implicaciones».

DEPENDENCIA DE LAS IMPORTACIONES

— ¿Este modelo que se perfila para Pemex encauzará a la paraestatal a la modernización?

— Lo que se ha logrado es un buen punto de partida, pero nada está dado. Si uno analiza el fondo del problema, éste no es técnico, ni por falta de capital para inversiones, ni por falta de cuadros capacitados. El problema es que somos un país rentista que exhibe todas las formas de corrupción asociadas a la empresa petrolera que se traducen en un contratismo en donde las elites nacionales y extranjeras se benefician de las bondades de la renta petrolera. De ello resulta que no les interese invertir en ciertas áreas, ni desarrollar tecnología, pues ello permite generar una dependencia de las importaciones de muchas empresas a las que les interesa tener un Pemex cautivo.

«Hay una convergencia entre las elites extranjeras (sobre todo estadounidenses) y las mexicanas que hacen un gran negocio mutilando y desmantelando a Pemex,porque ello les permite llevarse la parte del león de las ganancias. Si esto no se monitorea, si no hay un escrutinio permanente por parte del Congreso y de la sociedad civil, éste tipo de problemas no se resuelven aún con la mejor propuesta de Reforma».

–¿Qué puede decir sobre la inversión en Pemex y la idea que no se debe recurrir a la inversión extranjera?

— Me parece que el problema no es la inversión extranjera, sino el modelo o la falta de modelo bajo la cual se incorpora. El problema es ya no tener la sartén por el mango, como lo hacen los chinos, quienes de manera muy inteligente la han incorporado en su beneficio. En México, el problema es que ya no hay estrategia de desarrollo nacional con endogeneidad en el sistema. Los motores están fuera y las directrices son dictadas en Washington, en Ottawa con el apoyo y complacencia de nuestras elites económicas y políticas, quienes se beneficias de esta falta de proyecto nacional.

–¿Existen otras alternativas energéticas para el país, que no pasen por el petróleo?

— Por supuesto, hay muchas. Los expertos lo saben. Lo que ha faltado en el país es voluntad política para desarrollarlas, porque entraban en una competencia desventajosa con la producción petrolera. Además de los renovables están los biocombustibles, la cogeneración de energía. Un potencial no desarrollado pero muy importante, se encuentra por el lado de la demanda (eficiencia, ahorro y conservación de energía, demand side management) pero como esto va contra el mercado, porque la idea es expandirlo, su potencial no se desarrolla a plenitud.

«Cada país tiene una dotación diferenciada de recursos, en México necesitamos sacar un censo de todo lo que tenemos para desarrollarlo, hay que jerarquizar prioridades. Una de ellas y quizá la más importante es el transporte. Aquí habrá que diseñar nuevos sistemas, eficientar el consumo de combustibles y mejorar y alentar el uso de transporte colectivo. Esto sólo para darte una idea de todo lo que se puede proponer como alternativa».

ESTADOS UNIDOS Y NUESTRO PETRÓLEO

–¿Cuál es el contexto internacional que llevó a la planeación de la iniciativa calderonista? ¿Qué sucede en Estados Unidos respecto al petróleo mexicano?

— El internacional es un contexto de agotamiento del petróleo barato, de declinación de reservas y de producción petrolera en las naciones industrializadas, de preeminencia de las empresas petroleras y gaseras estatales y de retorno al control soberano de los recursos energéticos en previsión de una posible crisis petrolera futura.

«El petróleo mexicano y todos los recursos del planeta son parte de la seguridad energética de los EUA. En especial Canadá y México son sus abastecedores confiables y parte de su área de influencia directa y ahora de su perímetro de seguridad. Por ello, se busca el acceso a los recursos energéticos de sus vecinos en la forma de aumento a la exploración y explotación petrolera, en lo que concierne a México».

SIGNIFICADO DE LA REFORMA

–¿A pesar de que la reforma energética promovida por Calderón no es exacta a la del inicio de este debate, qué implicaciones considera tendrá en el país?

— Las implicaciones había que hacerlas en relación con la situación en que se encontraba Pemex hasta antes del debate. El significado más importante de las propuestas que se han venido realizando es haberpuesto en claro el proceso de privatizaciónen que de facto estaba inmersa la empresa, sacarla de la inercia presupuestal y de inversiones en que se la había dejado a fin de continuar el descrédito de su eficiencia y potencialidad como empresa estatal, con el fin de justificar su desmantelamiento.

«Las implicaciones de las resoluciones serán muy importantes para dinamizar a la empresa, para empezar a superar cuellos de botella y resolver los problemas de seguridad energética asociados a su actual situación, como la declinación de su producción petrolera y la importación de combustibles como las gasolinas. No me parece que la propuesta sea clara para solucionar la dependencia de los petroquímicos y el gas natural, pero fue muy útil haber ventilado este tipo de situaciones problemáticas para la balanza comercial del país para elaborar propuestas de solución».

«Me parece difícil superar el problema del contratismo, que ha sido la forma velada de la privatización hormiga en Pemex pero sin duda ayudará haber arribado a un acuerdo para imponer un componente nacional en donde se de preferencia a los nacionales en los contratos de adquisiciones. Vamos a ver qué sucede con los viejos amigos de los funcionarios de Pemex como Halliburton, Shulember y tantas otras empresas texanas que obtienen contratos millonarios por actividades de servicios con la paraestatal. No creo que se vayan a despedir de Pemex.

«En este sentido, es un gran logro es haber presionado a los grupos parlamentarios del PRI y el PAN a fin de obtener una propuesta negociada. El precedente más importante quizá, es que se rompió el mito que las decisiones deben ser autoritarias y al margen del escrutinio y del debate público. Se rompió la tradición de las decisiones verticales y autoritarias.

«Esto en México crea un precedente importante porque la lectura que se puede hacer de esto es que los cambios en las estructuras del poder pueden ser realizados a partir de una toma de conciencia de la sociedad (expertos, grupos sociales) y sus decisiones pueden ser cuestionadas y desechadas. Lo que me parece que falta en los actores no gubernamentales, es mayor responsabilidad en el expertise en muchas áreas vinculadas a la cuestión energética. Aquí hay que trabajar».

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