Al menos 55 niños y niñas mueren cada día en Mozambique por beber agua contaminada y a causa de las condiciones insalubres en que viven, informó hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado emitido en su sede en Ginebra, Suiza, el organismo de Naciones Unidas reportó que el país africano tiene uno de los más altos índices de mortalidad infantil. Por cada mil nacidos vivos mueren 246 durante sus primeros cinco años de vida, agregó el reporte.
El 13 por ciento de esas muertes, agregó, están directamente vinculadas a la falta de acceso a agua potable, pésimas condiciones de higiene y pobreza.
Unicef alertó que miles de menores enfrentan además el riesgo de contraer infecciones por beber agua sucia, como el cólera, padecimiento usual en las áreas urbanas y suburbanas.
El organismo agregó que dos terceras partes de la población están ubicadas por debajo de la línea de la pobreza y su ingreso promedio es de 40 centavos de dólar por día.
Durante los pasados nueve meses, agregó, 12 mil 433 personas fueron tratadas por cólera, de ellos 109 murieron y sólo el pasado mes de mayo fueron registrados mil 840 casos de esa enfermedad en las provincias de Maputo y Gaza, señaló Unicef.
Para apoyar a la población, Unicef informó que ha proporcionado al gobierno fondos de emergencia y cloro para el agua, además ha realizado campañas masivas de higiene.
Unicef señaló entre las causas del desastre que padece Mozambique los cambios climáticos que han exacerbado la intensidad del Fenómeno del Niño y la Niña, cambios en los patrones de uso de las tierras y las torrenciales lluvias registradas el año pasado.
Ello ha causado una reducción generalizada en las cosechas de alimentos, generando hambruna, y un aumento importante en los niveles de pobreza, aunado expansión de la epidemia del VIH/SIDA.
De acuerdo con el reporte alrededor del 11 por ciento de la población corresponde a menores que viven con adultos que padecen alguna enfermedad crónica, quienes son vulnerables a contraer infecciones debido a su bajo nivel de defensas por la mala alimentación y a padecer diarreas.
En las zonas rurales sólo el 26 por ciento de la población tiene acceso a agua limpia, mientras únicamente el 29 por ciento usa letrinas, lo que genera focos de infección.
Una encuesta realizada a finales del año pasado reveló que la mayoría de la población dedica cada día una hora para encontrar una fuente de abastecimiento de agua, labor que casi siempre recae en las mujeres, niños y niñas, lo que impide que asistan a la escuela.
Para paliar la situación Unicef destinó 86 millones de dólares que serán entregados al país en cinco años, de 2002 a 2006, y está previsto que sean utilizados en reducir el número de muertes de niños y niñas por diarrea. Otro de sus objetivos es que la población invierta menos tiempo en buscar agua.
Ello incluye asesoría al gobierno para crear una política nacional de agua con base en estándares internacionales y regulaciones para sanitizar el líquido, campañas de educación para la población y mejorar la infraestructura de Salud.
2003/MES/MEL
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