Cada año mueren en Europa unos tres mil 500 niños de entre cero y 14 años a causa de la violencia, por lo que los derechos de las niñas y los niños son en esa región tan vulnerables como en cualquier parte del mundo, denunció la UNICEF.
En Europa hay un fuerte marco regional de derechos humanos, pero los datos no coinciden con las supraestructura legal, sostiene el organismo internacional, luego de conocer los resultados de la III Conferencia Intergubernamental «Por una Europa y Asia Central apropiados para los niños y las niñas».
De acuerdo a un reporte noticioso difundido por Canal Solidario, en la conferencia realizada en Palencia por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), los resultados en la materia están «muy atrasados».
El informe «Medidas generales de Implementación de la Convención sobre los Derechos del Niño. El proceso en Europa y Asia Central», fue elaborado por el Centro de Investigación Innocenti de UNICEF.
Cada año, señala el organismo internacional, mueren a causa de la violencia unos tres mil 500 niñas y niños. Se ha contabilizado que por ejemplo en Alemania y en Reino Unido mueren cada día entre tres y cuatro niños por esta causa.
LA POBREZA
En ese sentido, María Calivis, directora regional de Europa Central y Oriental y de la Comunidad de Estados Independientes de UNICEF, señala que la violencia contra los niños «se da en todos los países, incluidos los más desarrollados».
Y sostiene que en España, el porcentaje de niños que viven por debajo de las líneas de pobreza es del 13,3 por ciento, según el informe. Este dato es mejor que el de algunos países del G8, como Estados Unidos (21,9), Italia (16,6), Reino Unido (15,4), Canadá (14,9) y Japón (14,3). En Dinamarca, el porcentaje es del 2,4 por ciento, similar al de otros países del norte de Europa.
Se reconoce la pobreza como un problema grave en Europa del Este y en Asia Central, donde se estima que «un tercio de los niños vive por debajo del umbral de la pobreza». En países como Tayikistán, Kirguistán o Georgia el porcentaje llega a entre el 50 y el 70 por ciento, situación que tendría un impacto dañino en su futuro, advierte.
A su vez, Marta Santos País, directora del Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF, reconoce que «se han adoptado muchas medidas sobre todo legislativas», aunque «no es suficiente».
Es necesario, sostiene, invertir en capacidad profesional, sensibilizar a la opinión pública, mecanismos de protección y monitoreos y no sólo «quedarnos con una ley perfecta que no nos sirva para sirva para hacer la diferencia».
En el informe, la UNICEF se refiere al seguimiento que los Estados deben realizar sobre la protección de los derechos de la infancia, mismo que ya realizan los países de Europa y Central Asia, luego de la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).
Pero se indica la necesidad de contar con estructuras de autovigilancia permanentes que usen herramientas concretas y también una vigilancia independiente fuerte.
06/SJ
