El trabajo, la política, las libertades sexuales, la prensa y la familia son los principales focos de discriminación que identificaron un millar de mujeres inscritas en los registros electorales en Chile.
Al mismo tiempo, ellas señalaron que los partidos políticos, la Iglesia católica, el gobierno, los grupos feministas y de derechos humanos son las principales entidades que contribuyen a la igualdad entre chilenos y chilenas, informa el Servicio de Noticias de la Mujer
La Corporación Humanas y el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile entregaron los resultados de la Segunda encuesta nacional de percepciones sobre la discriminación entre las mujeres que votan, que entre mayo y junio consultó a mil 122 ciudadanas.
Del total, 86,2 por ciento consideró que las mujeres son discriminadas y 78.7 por ciento indicó que tal situación provoca malestar en su vida diaria. «Un 6 por ciento más que el año pasado», acota Carolina Carrera, psicóloga e investigadora de la Corporación Humanas.
El creciente enfado, a juicio de la académica, no sólo se explica porque las chilenas están tomando mayor conciencia de la discriminación, sino «también porque están más atentas, más informadas y más empapadas por el clima electoral que presenta la coyuntura: con una candidata en plena campaña presidencial aparece con mucha mayor fuerza un tema y un debate público como éste», precisa Carrera.
El mayor ámbito de discriminación femenina es el trabajo, de acuerdo con el 94.6 por ciento de las encuestadas. Otro 66.6 por ciento, considera que se produce en la política.
Asimismo, 65.3 por ciento de las entrevistadas asegura que la discriminación afecta sus libertades sexuales; 61 por ciento señala que la prensa contribuye a alimentar el estigma sobre las mujeres, y 54.4 por ciento admite que hay discriminación dentro de la familia.
La mayor parte de las chilenas consultadas (54 por ciento) propone la igualdad salarial entre mujeres y hombres como arma valiosa para combatir la discriminación laboral, mientras otro 24.4 por ciento se inclina por establecer adicionalmente garantías estatales para el cuidado de los hijos de trabajadoras y trabajadores.
La discriminación positiva cobra su relevancia: «70 por ciento de ellas opina que debe existir una ley que obligue a que un número de mujeres tenga acceso a cargos públicos como mecanismo que asegure mayores niveles de igualdad», agrega Carrera.
El sondeo derriba un mito. La principal aspiración de las mujeres ya no es casarse y tener hijos. 46 por ciento de las entrevistadas dice que la afirmación que más las identifica es trabajar igual que el hombre, y 45 por ciento aspira a decidir libremente sobre sus vidas. Tener descendencia es la aspiración que aglutina sólo al 7 por ciento de la población.
Otro dato relevante está en la creciente tendencia a levantar las banderas de la propia libertad frente a los cuerpos tutelados. «Ellas quieren decidir por sí mismas sobre materias sexuales, no quieren que otros les digan, por ejemplo, cómo, cuándo y cuántos hijos deben o no tener», aclara Carrera. Lo anterior también cruza variables como los roles al interior de la familia, ámbito donde el macho proveedor y dominante pierde terreno.
POLITICA E IGLESIA
¿Cuál es la principal dificultad que las mujeres enfrentan en política? 38.2 por ciento de las encuestadas opina que los hombres no dan espacio a las mujeres; 26.1 por ciento señala que la política está hecha sólo para ellos; 16.8 por ciento, que la familia es demasiado absorbente; 7.3 por ciento asegura que ellas no se interesan en la política; el 6.8 por ciento afirma que las mujeres no saben mandar o dirigir, y 3 por ciento cree que les falta dinero para poder hacerlo.
Pese a todo, 55 por ciento de las chilenas entrevistadas considera que, al menos en el discurso, los partidos políticos contribuyen a la igualdad entre los sexos. 44.1 por ciento le atribuye ese aporte al gobierno, idéntico porcentaje a las organizaciones feministas, y 31.7 por ciento a los grupos de derechos humanos.
Del total de entrevistadas, el 45.5 por ciento destaca el aporte de la Iglesia católica y similar porcentaje opina lo contrario, aunque «74.3 por ciento de todas se reconoce católica», detalla la analista de Corporación Humanas.
05/YT
