La migración internacional femenina, un fenómeno que ha ido en aumento, ha sido poco estudiada en Guatemala, señaló a Cimacnoticias la socióloga feminista Ana Silvia Monzón, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Guatemala (FLACSO-Guatemala).
En la actualidad, de un total de un millón y medio de migrantes que viven en Estados Unidos, el 28 por ciento son mujeres, de acuerdo a cifras proporcionadas por la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Cuatro son los puntos receptores de las guatemaltecas, la mayoría indocumentadas, en el este y el sur de EU: las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y los estados de Texas y Florida, en donde se dedican sobre todo al trabajo doméstico y la agricultura (recolección de frutas y vegetales).
Según el censo del 2002, en Guatemala hay una población de 11 millones de habitantes, cifra que en la actualidad se calcula se incrementó a más de 12 millones.
Si bien la mayoría de las mujeres se inserta en el mercado laboral, hay casos aislados que con mucho esfuerzo han logrado integrarse a otras actividades, señala Silvia Monzón, quien como parte de su investigación de doctorado acerca del fenómeno migratorio y las mujeres visitó este año la ciudad de Los Ángeles.
«Un ejemplo es el de Norma Torres, electa como alcaldesa en la ciudad de Pomona, California, en 2006, o el de Julia Gabriel, que recibió en 2003 –junto con el migrante mexicano Lucas Benítez y el guatemalteco Romeo Ramírez– el Premio Robert Kennedy por su lucha en contra del trabajo esclavo en los campos de cultivo».
La médica guatemalteca Xóchitl Castañeda impulsa desde hace tres años, en coordinación con los consulados de Guatemala, El Salvador y México, la semana binacional de la salud en varias ciudades estadounidenses ?como Los Ángeles y San Francisco?donde se brinda información a las y los migrantes acerca de distintos servicios médicos.
También está el caso de Azalea Vázquez, comenta Monzón, quien emigró de Guatemala hace 16 años a causa del miedo que le provocó el asesinato de su novio en un asalto. Luego de laborar como trabajadora doméstica por una década, en la actualidad se dedica al comercio vendiendo artesanía «chapina» (guatemalteca) en California, actividad que la vinculó nuevamente con sus raíces.
«Como parte de su lucha por sobrevivir, Azalea se fue vinculando con el movimiento social donde se encontró con grupos de mujeres que luchan por sus derechos y por visibilizar su condición de migrantes, con todo lo que esto implica en un momento en que la discriminación hacia esta población se ha incrementado en Estados Unidos».
Ahora forma parte del proyecto Mujeres abriendo caminos, iniciativa de comunicación impulsada por mujeres feministas de Guatemala, Ana Silvia Monzón entre ellas, que busca tender puentes entre las migrantes guatemaltecas que residen en la ciudad de Los Ángeles y las mujeres que viven en este país centroamericano.
El proyecto inició en enero pasado con una página Web (mujeresabriendocaminos.com) y a partir de marzo empezó a tener un enlace semanal con el programa Voces de Mujeres que desde 1993 se transmite por el 92.1 de Radio Universidad en la ciudad de Guatemala, donde se difunden testimonios, acciones, proyectos y protestas de la población migrante en California.
Leyes de inmigración, violencia doméstica, acceso a servicios médicos económicos o la información de una acción que la congresista Hilda Solís promovió para condenar la impunidad en torno a los asesinatos de mujeres y niñas en Guatemala, es la información que se puede encontrar en esta nueva Web.
«En Estados Unidos existen aproximadamente 4 mil espacios radiofónicos dedicados a la población migrante, pero muy pocos están dirigidos específicamente a destacar las voces de las mujeres, de ahí la importancia de la labor de Azalea y sus Mujeres abriendo caminos», concluye Ana Silvia.
07/CV/GG
