Inicio Mujeres del mundo: luchan incansables, dignas resisten

Mujeres del mundo: luchan incansables, dignas resisten

A lo largo del continente y los tiempos, las mujeres que buscan transformaciones políticas viven distintas formas de represión, pero superan el miedo para hacer avanzar sus luchas, tal y como testimoniaron aquí una docena de integrantes de movimientos sociales, desde Estados Unidos hasta Argentina, en el Encuentro de Mujeres en Resistencia.

Las estrategias pueden ser similares: la vigilia, el cierre de vías, la marcha, los talleres, el volanteo, el graffiti, la entrevista y los mensajes radiados. Sus gritos y la confianza de que ellas pueden hacer una diferencia.

Patricia Jiménez, integrante de Coordinadoras de Mujeres de Oaxaca (Como), que reúne a sindicalistas, trabajadoras de la salud, del movimiento urbano-popular, una de las convocantes a la «Marcha de las Cacerolas» el pasado 1 de agosto en medio del conflicto en Oaxaca, donde la principal exigencia se convirtió la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, dijo:

«Tenemos la capacidad, a veces mayor que los hombres, para proteger a nuestro pueblo», sostuvo la sindicalista. Sobre todo reivindica la unidad frente a los compañeros del movimiento y en su familia.

Ellas tomaron la radio universitaria, cansadas del cerco informativo. «No sabíamos operar el equipo, pero lo supieron echar a andar». Les quitaron violentamente esa señal.

Luego tomaron 13 radiodifusoras. Les quedan tres y no cejan en pedir cárcel para Ulises Ruiz y libertad para 47 presos, entre ellos cuatro mujeres en el penal de Miahuatlán.

Por su parte, Anabel López relató la experiencia del Colectivo Huaxyacac, que tiene veinte años de trabajo (aunque formalmente se fundó en 2004) por los derechos de las mujeres desde una perspectiva feminista. A lo largo de los años trabajaron por la despenalización del aborto o por los recursos públicos para las oaxaqueñas. Sin embargo su trabajo cobró un nuevo sentido al rebelarse contra Ulises Ruiz.

Además de pedir verdadero acceso a la transparencia gubernamental, libertad a las presas indígenas, hoy piden también libertad a las y los presos políticos del estado.

Como todas las invitadas, ellas también están en riesgo: Aline Castellanos y Yesica Sánchez Maya tienen órdenes de aprehensión pendientes por delitos graves fabricados, como asociación delictuosa, por su participación política. Otras mujeres tuvieron que salir de la ciudad.

Las fuerzas de seguridad pública entraron a San Salvador Atenco, en el Estado de México, el 3 de mayo. Allanaron y destrozaron «nuestras casas. Hubo tortura física y psicológica, vejaciones y violaciones sexuales a nuestras compañeras. Sabemos que esa es la forma de querer callarnos a las mujeres», leyó Pilar Muriedas del comité organizador del encuentro, a nombre de Trinidad del Valle, luchadora por el Frente por la Defensa de la Tierra, cuyo esposo e hijos están presos, y su hija escondida desde hace un año.

Más tarde, Bárbara Italia y Norma Jiménez Osorio, presas por participar en el movimiento de resistencia en Oaxaca, que cumple un año la próxima semana, hablan de las cinco presas en Santiaguito: «Siguen luchando incansables, dignas resisten el encierro. Esta historia, como muchas más, no es de derrota, pues a pesar de todo, de la política de terror, no nos vencieron, seguimos luchando por la libertad. Ellos son los asesinos, los torturadores no pudieron arrebatarnos este anhelo».

Entre las invitadas internacionales destaca la trayectoria de Patricia Guerrero, fundadora de la Liga de Mujeres Desplazadas de Colombia, donde se cumplen más de 40 años de conflicto armado, con un saldo actual de cuatro millones de desplazados internos, de los cuales 56 por ciento son mujeres.

La Liga de las Mujeres Desplazadas lucha porque se les diga la verdad, se les diga dónde quedaron sus tierras y dónde sus compañeros desaparecidos, especialmente en las ciudades de Cartagena, Turibaco (a 45 minutos de Cartagena y ocupada por los paramilitares) y Carmen de Bolívar.

Su organización ha construido viviendas de interés social para las desplazadas, generando la emblemática Ciudad de las Mujeres, cooperativas y refugios para niñas y niños. El pago son el incendio de su centro comunitario apenas este año y un total de dos homicidios, secuestros, tentativas de homicidio y lesiones personales por los paramilitares colombianos.

Participó también Ruth Zurbriggen, maestra que llegó de Neuquén, Argentina, en representación de la Colectiva Feminista «La Revuelta» que mantiene una larga huelga de docentes en la provincia por un aumento salarial que desencadenó en represión y el asesinato del maestro Carlos Fuenteblanca. Ahora el costo para ella es la amenaza de muerte a su hijo adolescente.

Ella defiende además la visibilidad de las mujeres y acabar con el discurso misógino dentro del movimiento. Un reto al interior de su lucha.

Mientras que para Sofía Montenegro, ex sandinista y actual integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres, la enseñanza en el tiempo es apostar por la autonomía del movimiento en Nicaragua frente a los distintos gobiernos y sólo aliarse con élites gobernantes progresistas, algo que a la fecha, asegura, no ha visto claramente.

07/MR y SJ/GG/CV

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido