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Mujeres en Oaxaca: fortaleza, solidaridad, energía

Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal

Seis meses de resistencia civil pacífica en Oaxaca. Un movimiento social emergente en el que la participación de las mujeres ha sido crucial. Protagonistas y partícipes de cientos de acciones políticas, de resistencia y de discusión; defensoras de los derechos de los familiares víctimas de violaciones a sus garantías individuales, y voces alzadas contar la impunidad. Sin el aporte de las mujeres, este movimiento sería en número e importancia, sin duda, la mitad de lo que ha sido.

Las colonas, las indígenas, las campesinas, las maestras, las feministas, las amas de casa, las estudiantes, todas estas mujeres han ayudado a tejer la historia actual de esta entidad, que es también la historia de México.

Sus voces son las de la valentía en Oaxaca. La de Patricia, Rosario, Florina, Ruth, Elvia, Alba, Catalina, Blanca, Meli y Maricela. Su testimonio es la síntesis de muchas mujeres que a lo largo de la historia del país, del estado, acumularon los agravios no sólo de la pobreza y la marginación, sino de su condición femenina.

A esta historia ya antigua, que comenzó con la conquista española, se suma ahora la atrocidad que vive Oaxaca desde mayo pasado. Concretamente, que empezó el 14 de junio de este año, día del intento de desalojo violento del plantón magisterial en el zócalo oaxaqueño. El hecho despertó el grito colectivo por los agravios acumulados.

«Las agresiones contra las mujeres son muy específicas, siempre amenazan con violarnos, con atacar a nuestros hijos, nos meten miedo para que nos salgamos de esto», relata Patricia Jiménez, sindicalista universitaria y una de las fundadoras de la Coordinadora de Mujeres de Oaxaca, organismo que tomó Canal 9, donde muchas mujeres «vinieron a instalarse a Radio Cacerolas y TV APPO».

«Sabemos que corremos riesgos, que la represión es dura, que no es fácil luchar contra el gobierno que se ha mantenido en el poder con la fuerza de las armas, de dinero, de impunidad, que mientras esté Ulises en el poder estaremos en peligro», sostiene Patricia.

ESTA VEZ ME TOCA A MÍ

Rosario González Bazán es profesora. Cuenta que le mataron a su esposo y luego a su hermano en crisis políticas anteriores. Es la voz del magisterio que relata cómo vivió la violencia del 14 de junio, cuando fueron reprimidos por elementos de la policía preventiva y la ministerial.

Los policías entraron a mi cuarto en el hotel del Magisterio, me encañonaron y me gritaron groserías, «yo pensé, así como mi marido murió en la crisis de 1987, esta vez me va a tocar a mi».

LA CÁRCEL ES GANANCIA…

Elvia Silva es maestra y esposa de Erangelio Mendoza uno de los dirigentes de la APPO y ex líder de la Sección 22 del SNTE. Estoica relata su sufrimiento tras la desaparición y luego el encarcelamiento arbitrario del «maestro». Su accionar fue determinante, lo buscó y lo encontró.

«Para él, la cárcel es ganancia porque después de que lo iban a aventar del helicóptero, como han hecho en otros movimiento sociales, estar en la cárcel y comunicarse con el resto de los compañeros… es una ganancia, está firme, con la moral muy alta a pesar de todo lo que está sucediendo».

LO MÍNIMO QUE PEDIMOS: JUSTICIA

Alba Cruz es la licenciada de los hijos del arquitecto Lorenzo San Pablo, asesinado por el «comando de la muerte» la madrugada del 21 de agosto en la barricada que resguardaba la Ley.

Tras denunciar el hostigamiento que sufren la familia San Pablo, Alba relata la imparcialidad de la Procuraduría General de Justicia del Estado y llama a la «conciencia de las mujeres, a la lucha de las mujeres, a quienes tienen valor civil… para denunciar a Ulises Ruiz por delincuencia organizada ante la PGR… y tratar de hacer justicia, porque lo mínimo que este pueblo está pidiendo es justicia».

DESAPARECIDOS

Catalina Zárate Bartolano es la voz que llena el capítulo de la incertidumbre, tras la desaparición, detención y tortura de su esposo e hijo el 29 de octubre, cuando entró la PFP a Oaxaca.

A Isidro y a José «primero los subieron a una camioneta, los llevaron a la zona militar, de ahí a una bodega, luego los subieron a un helicóptero, donde les dieron muchas vueltas y los amenazaron con lanzarlos desde el aire», dice mientras su cuerpo se estremece con sólo pensarlo.

ME DECÍAN COMUNISTA

Blanca Canseco es Maestra en Educación. Fue detenida el 4 de noviembre en un retén de militares en Nochixlán. Tras ser torturada psicológicamente, como a los otros fue subida a un helicóptero «ellos quería que yo, a la fuerza, dijera que era de Sendero Luminoso… me decían que era una pinche comunista».

ACARREADA, NUNCA

Meli es abogada, trabaja en una oficina del gobierno estatal, su voz es el relato que ejemplifica cómo algunos trabajadores y trabajadoras son amenazados con ser despedidos si no asisten a una marcha para apoyar a Ulises Ruiz y como son advertidos, como otros compañeros, que no deben apoyar a la APPO.

«En unos días a lo mejor voy a ser desempleada, pero si quieren que me corran, yo ya le dije a la secretaria del jefe que haber como le hace para obligarme a ir a la marcha de apoyo a Ulises, cargando, no me van a llevar ¿verdad?».

ABUSO MILITAR

El testimonio de Maricela, en Voces de la valentía en Oaxaca, cierra el capítulo de las denuncias. Maricela cuenta que fue abusada sexualmente el 16 de noviembre por elementos de la PFP en el centro de la capital. «… Me acercó la boca a la cara, me iba a besar, me dio asco; me empezó a tocar los senos y me apretó los glúteos y mi vagina con la mano… es doloroso recordarlo, no se por cuanto tiempo, ni bañándome, siento que los tengo encima… su mirada, sus palabras».

Voces de la valentía en Oaxaca es un libro que contiene historias «que no son historia, no sólo porque no se habían escrito sino porque no son historias concluidas». Se trata de los testimonios de 10 mujeres cuyos derechos humanos han sido violados en el conflicto político y social, y cuatro relatos más que muestran la condición social de las oaxaqueñas, apunta la introducción de esta compilación testimonial realizada por organizaciones no gubernamentales: Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH), y Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia.
Los textos están acompañados por fotografías de Marcela Taboada, quien ha recorrido calles, que se ha metido entre la gente que marcha, para testimoniar la participación de las mujeres en el movimiento.

El objetivo del trabajo es hacer visible esta crisis, que ha costado 17 muertos, 450 detenidos, casi 30 personas desaparecidas, 13 de ellas mujeres. Un total de 41 mujeres fueron detenidas el 25 de noviembre, quienes han denunciado tortura y trato inhumano.

06/SJ/GG

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