A pesar de que las mujeres indígenas guatemaltecas han sido consideradas reproductoras y soporte de la familia, su bienestar y principalmente su salud pasa a un último plano, afirmó la periodista Ileana Alamilla.
La directora de la agencia de noticias Cerigua, dijo que entre las mujeres indígenas se reporta el menor porcentaje de nacimientos asistidos por médicos o enfermeras, por lo que su tasa de mortalidad es tres veces mayor a la del grupo no indígena.
Las mujeres indígenas guatemaltecas son las que sufren la mayor inequidad en el país, sólo por tener una historia, cultura, visión del mundo, ascendencia e idioma diferentes a sus pares mestizas.
Alamilla subrayó que la mayoría de indígenas no reciben atención a sus necesidades básicas y derechos elementales, principalmente las que trabajan en casa particular y en maquilas, quienes son excluidas de prestaciones laborales y muchas son maltratadas.
Otro de los flagelos que resaltó la periodista es la falta de acceso a la educación y a participar en actividades culturales, políticas y recreativas, situación que contribuye a obstaculizar su desarrollo integral.
La columnista y ex presidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), indicó que la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) es una institución oficial que refleja y responde a la realidad multiétnica de Guatemala y a la necesidad de mostrar la inequidad que padecen las indígenas.
De acuerdo con Alamilla, la defensoría ha dado atención a los flagelos que afectan a la población indígena, así como al tema de la falta de acceso a la tierra, a la propiedad y a la justicia.
Para la profesional, organizaciones representativas de las mujeres han contribuido a conquistar algunos espacios políticos, a través de su lucha titánica y constante.
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