La pobreza y la marginación hacen a las mujeres mucho más vulnerables a los efectos del cambio climático, como la escasez de agua o de alimento, las sequías o las inundaciones, pero son ellas quienes suelen jugar un papel más activo en la protección del medio ambiente, debido a que se están conscientes y se encargan de cubrir las necesidades del hogar.
Así lo expresó Liesbeth van Tongeren, directora ejecutiva de Greenpeace Holanda en entrevista exclusiva con Cimacnoticias durante su visita a México.
La directora ejecutiva de Greenpeace Holanda dijo además que en muchas culturas, al ser las mujeres las encargadas de la agricultura, han desarrollado un conocimiento de su entorno que les ha permitido establecer un desarrollo sustentable en sus comunidades. Sin embargo, este tipo de conocimiento no ha sido tomado en cuenta y la explotación masiva de los recursos ha generado daños irreparables en el ambiente.
Debido a esto, dijo que es necesario involucrar a la gente local, aquellas personas que se encuentran cerca de los ríos, bosques, lagunas, entre otros, para que sean concientes de la importancia que tienen estos lugares tanto para su comunidad como para el mundo en general, y sean los encargadas de su protección.
Además señaló que es muy importante desarrollar políticas ambientales que tomen en cuenta los puntos de vista de las mujeres y de los habitantes locales, pues son estos los que tienen un conocimiento más profundo del medio, debido a la interacción que han tenido con éste durante años.
PORTADORAS DE VALORES
Van Tongeren considera que las mujeres son más sensibles a los temas del medio ambiente debido también a una cuestión de educación, es una cuestión de género, no de sexo, dijo.
Por eso el papel de las mujeres va más allá de las labores que puedan realizar directamente en el medio ambiente, se enfoca también a una cuestión de transmisión de valores. Al ser las mujeres las principales cuidadoras de las hijas y los hijos, son ellas las que pueden impulsar un cambio en la mentalidad de las nuevas generaciones.
Resaltó la ambientalista que es importante que las mujeres dejen de ser victimizadas y se conviertan en participantes activas de un cambio y del desarrollo de una cultura ambiental.
Así mismo hizo énfasis en que el cuidado de la ecología debe de verse también como una cuestión de economía. Cuando el dueño de una empresa cambia los focos por focos ahorradores, o cuando apagan las computadoras cuando no están en uso, no sólo contribuyen al cuidado del medio ambiente, sino también obtienen un ahorro económico que les permitirá invertir en otras cosas.
ELLAS Y EL PLANETA
En cuanto a su papel como mujer al frente de una organización como Greenpeace, van Tongeren acepta que ha sido muy afortunada, que contó con muchas oportunidades en el camino que le permitieron llegar a donde está, sin embargo, está consciente de que la mayoría de las mujeres no cuentan con las mismas oportunidades que ella y que les es más complicado acceder a este tipo de puestos.
En el mundo, son cinco las mujeres que dirigen Greenpeace en su país, entre ellas Patricia Arendar, de Greenpeace México, y Liesbeth van Tongeren, de Holanda.
Van Tongeren remarcó que el planeta no nos pertenece, nosotros pertenecemos al planeta, y es con esta visión con la que tenemos que realizar nuestras actividades cotidianas, para contribuir al cuidado del planeta, concluyó.
09/AGM/GG
