La organización feminista Mujeres Radicales, con sede en Estados Unidos, expresó su indignación al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por los reportes procedentes de ese país sobre abusos a los derechos humanos y represión de organizaciones feministas, incluso al Movimiento Autónomo de Mujeres, por lo cual le piden detener el hostigamiento que ese gobierno realiza.
En la carta a las autoridades nicaragüenses, signada ayer por Anne Slater y enviada también a organizaciones de la sociedad civil, como Campaña 28 de Septiembre, Centro de Investigaciones de la Comunicación, Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) y Movimiento Autónomo de Mujeres, la organización feminista exhorta al mandatario «detenga inmediatamente el hostigamiento de activistas nicaragüenses por parte de la policía y otros órganos del Estado».
«Dichos activistas, afirma, tienen el derecho legítimo y fundamental de expresar su disconformidad y de oponerse a cualquier política gubernamental dañina y opresiva».
Mujeres Radicales, informa su comunicado, es una organización socialista y feminista la cual aboga por los derechos de las mujeres y de todas las personas oprimidas. «Nos es de alta importancia la protección de quienes demuestran su valentía indomable en levantar sus voces en contra de la política gubernamental injusta e inhumana».
RECIENTE AGRESIÓN
El 16 de octubre del año en curso, recuerda Mujeres Radicales al mandatario nicaragüense, Vilma Nuñez y personal del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) se presentaron a una audiencia con un procurador del Ministro de Gobierno y ahí fueron confrontados por una multitud de partidarios sandinistas quienes les atacaron física y verbalmente. Los policías presentes en tal escena rehusaron su intervención para proteger a los atacados.
Es especialmente alarmante, señala la carta, conocer de abusos de tal gravedad por parte de un Gobierno dirigido por los Sandinistas. Y recuerdan al mandatario: «usted participó en una de las revoluciones por la justicia social y económica más inspiradoras de nuestro hemisferio. Sin embargo, actualmente su gobierno está atropellando todos los logros de la revolución del pueblo Nicaragüense».
Las mujeres, quienes escucharon repetidamente durante los años de guerra revolucionaria que tendrían que esperar hasta después de la revolución para recibir su libertad, ahora escuchan a uno de sus comandantes guerrilleros más destacados pronunciar que ellas se convertirán en criminales si deciden salvarse la vida a través del aborto terapéutico o simplemente por ejercer el derecho humano de controlar su propio cuerpo.
Usted, finalizan, «ha optado por sacrificar la salud y la vida de las mujeres nicaragüenses a cambio de recibir el respaldo político de la jerarquía Católica y de los herederos de las fortunas de Anastasio Somoza».
Por tanto, exhortan a él y a su gobierno paren inmediatamente la represión de activistas feministas, y que a cambio, tomen pasos firmes para avanzar la lucha por la igualdad completa de las mujeres.
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