Al condenar el fenómeno de feminicidio como un crimen de lesa humanidad, las y los asistentes a la IV Semana Cultural de la Diversidad Sexual, se pronunciaron por impulsar los cambios legales y culturales que aseguren el ejercicio de una sexualidad libre de prejuicios.
De igual forma, fustigaron la falta de espacios de convivencia para el movimiento Lésbico, Gey, Bisexual, Transgénero (LGBT), lo que provoca sean «clientes» permanentes de las diversas corporaciones policiales del país.
Señalaron que esta situación que se acentúa más en estados como Sinaloa, donde más allá de la discriminación lo que se busca es «desaparecer de la faz de la tierra a esta comunidad».
En el tercer día de trabajos que se lleva a cabo en el Auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología e Historia, Gabriel Gutiérrez de la organización E Radio, dio a conocer una lista de lugares públicos de intercambio sexual en la Ciudad de México.
Se refirió al «Camino Verde», ubicado en zona boscosa de Ciudad Universitaria, cuyas condiciones de insalubridad y fuente de contagio, son evidentes al contabilizarse en el lugar más de 655 condones.
«Esta bien que utilicemos condón y que haya baños públicos donde se permite el intercambio sexual, pero que estos lugares no se conviertan en zonas de extorsión, amenazas, intimidación o incluso golpes para quienes acuden, de ahí la necesidad de impulsar una legislación en torno a los lugares públicos de intercambio sexual», anotó.
RECHAZAN LA CLANDESTINIDAD
Patria Jiménez, representante de El clóset de Sor Juana, dijo «no podemos permitir vivir siempre en la clandestinidad», tenemos que salir de la vergüenza, de la privacidad, pues aún cuando el movimiento se ha visibilizado y este año se cumplirá el 27 aniversario de la Marcha del Orgullo Lésbico-gey, este no es un proceso concluido, «nunca se está definitivamente dentro o fuera».
«Ahora no se trata únicamente de que nos conozcan, sino de que nos reconozcan, de dejar de ser discriminados, de no dejar pasar más ningún agravio, sino de defendernos y organizarnos», anotó la también ex diputada.
Durante el evento, una de las asistentes utilizó cinco minutos para «romper el silencio, el anonimato» y rendir un tributo a su pareja recién fallecida, en tanto el escritor independiente, Norberto Moreno, reprobó las agresiones, intimidaciones que vive la comunidad lésbico-gey, así como el feminicidio, donde las autoridades federales y locales, se han dedicado a amedrentar a familiares de las víctimas como si con eso «pudieran limpiar la imagen de la zona».
Los trabajos de la IV Semana Cultural de la Diversidad Sexual buscan, además, de ser un espacio para la discusión y el diálogo, la conformación de una agenda nacional en la materia, anotó la organizadora del evento, la antropóloga física Yesenia Peña, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
05/GV/SJ