Reflexionar con profunda sinceridad, si después de 26 años de pontificado de Juan Pablo II, la Iglesia es mejor, pidió el Colectivo Observatorio Eclesial de la comunidad católica ante la próxima elección del nuevo jerarca de la iglesia católica.
En conferencia de prensa, las ocho organizaciones que pertenecen al Colectivo consideraron pertinente llamar a la comunidad de fe y a los cardenales reunidos en cónclave a realizar esta reflexión.
Y, al mismo tiempo a determinar sobre la iglesia que la comunidad católica requiere, donde se puedan distinguir los desafíos del nuevo milenio y aclaren no sólo qué Papa requieren, sino qué gobierno de la Iglesia necesitan.
La secretaria ejecutiva del Observatorio, Guadalupe Cruz Cárdenas, apuntó que la comunidad eclesial espera una Iglesia donde se impulsen los derechos humanos en el mundo, el derecho a disentir, a decidir y a estar informados, restituir a teólogas y teólogos injustamente condenados y reparar el daño a las víctimas de abuso sexual e impedir la impunidad de los responsables.
Además, indicó que es importante retomar el modo de hacer teología desde el lugar de los y las pobres, el reconocimiento y respeto de las mutuas libertades y de las legítimas diferencias teológicas, pastorales, culturales, litúrgicas, ministeriales, sexuales y morales.
Señaló que esta reflexión, a la que llama el Observatorio Eclesial, debe también incluir una iglesia que fomente el diálogo, la corresponsabilidad, la rendición de cuentas e incorpore en las instancias de decisión a las Iglesias locales, a las mujeres, a los jóvenes y a los laicos
Pero que, además, renueve su doctrina moral en busca de nuevos diálogos y acuerdos eclesiales en sexualidad, reproducción, anticoncepción, aborto, homosexualidad, eutanasia, familias, sida y uso del condón, para dejar de ser co-responsable de un sinnúmero de enfermedades físicas y mentales, de heridas morales, de muertes y de la propagación del vih/sida.
Se trata –añadió Cruz Cárdenas- de una iglesia que dialogue con las tendencias culturales y científicas que se adentre en preguntas cada vez más complejas en relación con el origen de la vida, la manipulación genética, la fecundación in vitro, la clonación, la manipulación genética y las células madre.
En suma, las grandes tareas eclesiales del milenio requieren de un gobierno plural y colegiado que abra las instancias de decisión, que promueva los derechos humanos dentro y fuera de la Iglesia.
Una iglesia, expuso, que retome el quehacer teológico desde la pobreza y la exclusión, que respete la diversidad eclesial, que renuncie a ser Estado y a la infalibilidad, que impulse la paz, que renueve la doctrina moral, que se comprometa en los hechos con el ecumenismo y la pluralidad religiosa y abrace el diálogo con la ciencia.
En la conferencia participaron también la directora del Centro Antonio de Montesinos, Dolores Villagómez, y la coordinadora de Políticas Públicas de Católicas por el Derecho a Decidir, Aidé García.
El Observatorio Eclesial es un colectivo cuyo objetivo principal es propiciar un espacio de encuentro, articulación y análisis sobre la Iglesia Católica mexicana.
Está integrado también por el Centro de Estudios Ecuménicos, Familia Franciscana Internacional-México, el Centro de Reflexión Teológica, el Secretariado Social Mexicano, el Centro Nacional de Comunicación Social y Servicios y Asesoría para la Paz.
2005/SA/SJ
