México, D.F., 11 nov 09 (CIMAC)- Para impulsar la aplicación de energías renovables y la transformación del sistema eléctrico se requieren, además de esfuerzos individuales, reformas a la Constitución mexicana y a otras legislaciones que difícilmente se llevarán a cabo debido a la escasa voluntad política para ello.
Así lo afirmaron autoridades federales y expertos en medio ambiente durante la mesa-panel «Implicaciones de las políticas de mitigación. El caso de la generación de energía eléctrica». Los especialistas reconocieron que la industria eléctrica mexicana no está preparada para enfrentar los retos que implica el cambio climático debido a que la ley no garantiza a los empresarios la recuperación de sus inversiones.
El panel fue llevado a cabo durante la conferencia «Construyendo puentes en el cambio climático. De las negociaciones internacionales a la realidad nacional, local y ciudadana», llevada a cabo el 4 y el 5 de noviembre en el Museo de la Ciudad de México bajo el auspicio de la Fundación Heinrich Boell Stiftung.
Durante su participación, Julio Valle Peña, director general de energías renovables de la Secretaría de Energía, dio a conocer que el mundo no está preparado para el cambio de sistema energético, al menos en términos políticos.
Indicó que el cambio climático tomó por sorpresa a todos los países, por que el consumo de combustibles ha traído graves impactos: «la realidad es que sí ha afectado al planeta y lo vamos a pagar los próximos años si no atendemos el problema».
En su opinión, la solución es desarrollar redes inteligentes para generar energías renovables, lo cual representa altos costos para las empresas. Esto implica que la iniciativa privada difícilmente hará inversiones en el ramo, pues no existe certeza legal para que las recuperen sus inversiones. Por esta razón, urgió a crear políticas públicas en este rubro.
También planteó la posibilidad de que cada persona se haga responsable de su propio consumo mediante de su consumo de energía mediante el uso de fuentes alternas.
No obstante, se trata de soluciones a largo plazo. «El tema de la eficiencia energética debe estar en agendas sociales para la reducción de gases energéticos. Cada uno decide si se compra un microondas de 1000 o a 500 watts», explicó Odón de Buen, presidente de Energía, Tecnología y Educación, quien coincidió en que los gobiernos no avanzarán mucho en este sentido, por lo que cada estado, región e individuo debe tomar las riendas en lo que respecta al consumo energético.
Por su parte, Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace en México, manifestó que no se avanzará mucho en cuestión de leyes ni de implementación de sistemas energéticos por parte del gobierno debido a que éste implementa una política de simulación en materia energética.
Informó, asimismo, que Greenpeace realiza un estudio para determinar cuántos empleos se podrían generar con la transformación del sistema energético y cuál sería el costo.
Odón de Buen, ex director general de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae), opinó que sí ha habido un avance legislativo sobre el tema, pero que las metas son poco claras y porque no existe transparencia en lo que se refiere a la eficiencia energética.
A su vez, Pablo Mulás del Pozo, investigador titular del Instituto de Investigaciones Eléctricas, indicó que se requiere cambiar el sector eléctrico para que exista una combinación de combustibles fósiles y nuclear, pero la presidenta de Greenpeace alertó que el país no está preparado para determinar qué hacer con los desechos nucleares, lo que ocasionaría severos daños al ambiente y a la salud de las y los mexicanos.
El investigador aseveró, además, que es necesario reformar la Constitución y otras leyes sobre el tema, así como establecer metas concretas. Agregó que los incentivos para las empresas son fundamentales y que los procesos de sistemas de energías renovables deben comenzar en los estados y regiones de manera descentralizada.
Finalmente, al debatir la centralización o descentralización del sistema de energía, su producción y distribución, los expertos coincidieron en que la Secretaría de Energía debe ser menos débil ante la Comisión Federal de Electricidad, para hacer valer las leyes e impulsar proyectos que generen ahorro de energía.
09/PM/YT
