México requiere 660 millones de pesos para la prevención del VIH/Sida en todo el país, que deben ser ejercidos por el Seguro Social, la Secretaría de Salud (SS) y la Secretaría de Educación Pública(SEP), dijo Arturo Díaz Betancourt, vocal del Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Conasida)
No obstante, sólo se cuenta con el presupuesto de la SS y, «si este año no lo tenemos, otra vez no habrá dinero para la prevención», agregó.
Durante su participación en el cierre del Foro Global de VIH/Sida y Hombres que tienen sexo con otros Hombres: avance de la agenda global con miras a la Conferencia Internacional de Sida, que tendrá lugar en México en agosto de 2008, Díaz Betancourt afirmó que anteriormente con el ex secretario de Salud, Julio Frenk, se garantizaba «una visión para ir adelante, apoyar la conferencia y dar visibilidad a los problemas de género y la homofobia».
Sin embargo, en nuestro país, donde las poblaciones más vulnerables a la infección son las mujeres, las y los jóvenes y la población migrantes, en nada ayuda para la prevención posiciones como la del actual secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.
PRESUPUESTO
Recordó Betancourt que para 2006 se logró un presupuesto ?por primera vez en 24 años de epidemia- de 104 millones de pesos para la prevención y se encaminaron presupuestos del gobierno federal a la prevención en las poblaciones más afectadas.
Pero en octubre pasado, la institución aprobó un presupuesto de 192 millones para la prevención de la transmisión para 2007, que se envió a la Secretaría de Hacienda; sin embargo, «rehicieron el presupuesto y lo disminuyeron.»
«El subsecretario Mauricio Ramos nos aseguró el 11 de diciembre que tendríamos 110 millones de pesos para la prevención de la transmisión sexual, sin embargo, falta el compromiso del Seguro Social pues, aparte de que tiene desabasto, atención inadecuada y maltrato de pacientes, no cuenta con un responsable del todo el programa de VIH /Sida», puntualizó.
HOMOFÓBICO
Además, dijo Díaz Betancourt, con un secretario de Salud que llama «homosexualismo» a la homosexualidad, «que piensa que es una enfermedad que se pega y se quita, o es un crimen», las políticas de salud corren riesgo de revertirse.
Por eso, instituciones fundamentales como el Censida y el Conasida «están por desaparecer», «no existe garantía alguna de que el Censida se mantenga como está y fortalecido», toda vez que se está llevando a cabo una reestructuración, donde quedaría sólo con la responsabilidad de la atención clínica el investigador Juan José Calva Mercado, su director general.
Esto, dice Díaz Betancourt, significaría el debilitamiento del Censida y la política nacional.
Finalmente, sobre las críticas del secretario de Salud a las campañas contra la homofobia, Díaz Betancourt señaló que no hay una sola evaluación sobre la campaña de la homofobia mexicana, por lo que el Programa de VIH/Sida de las Naciones Unidas presentará en abril un manual de recomendaciones para países de AL.
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