En otro llamado al mundo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) pidió hoy la ayuda urgente para atender a más de un millón de niños desplazados por la guerra en el norte de Uganda.
Desplazamientos, pobreza y creciente violencia caracterizan la severa crisis humanitaria generada por 20 años de guerra entre la Fuerza Popular de Defensa de Uganda y el Ejército de Resistencia del Señor (ERS), informó el organismo internacional.
Una declaración de UNICEF destinada a activar la recaudación de fondos -36 millones 500 mil dólares-, dice que el conflicto provoca que mujeres y niños carezcan de atención médica, agua, educación, protección y albergue.
A consecuencia de esos enfrentamientos, se calcula que 1.7 millones de personas, incluidos 935 mil niños, están desplazados y radican en unos 200 campamentos.
El ERS utiliza niñas y niños como combatientes y sirvientes, y los menores son sometidos a extrema violencia después de ser secuestrados, mientras las niñas en muchas ocasiones son entregadas a oficiales, en lo que UNICEF califica de violación institucionalizada.
Se estima que unos 15 mil niños, de ellos siete mil 500 niñas, han sido secuestrados desde el inicio del conflicto y más de mil de esas pequeñas se han convertido en madres al concebir durante su cautiverio.
A mediados de marzo pasado, UNICEF dio a conocer que unos 13 mil niños en Gulu, Kitgum y Kalongo abandonaban sus campamentos por las noches para refugiarse en áreas urbanas y lugares poblados en busca de protección ante el temor a ser secuestrados.
UNICEF pidió para Uganda 53 mil millones 328 mil 696 dólares que costearían atención de salud, educación y nutrición, tratamiento y prevención del VIH/SIDA.
Hasta el 30 de abril, según esa agencia de la ONU, había recibido solamente 16 millones 723 mil 991 dólares.
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