La semana pasada Immigration and Customs Enforcement Agency delineó una nueva guía de ejecución de detenciones y deportaciones, la cual beneficiará a madres indocumentadas que amamanten a sus hijas e hijos, pues permitirá su libertad si ellas no representan un riesgo a la seguridad nacional.
El New York Times informó lo anterior en su edición del sábado, donde explica que esta medida la adoptó la agencia luego de encontrarse ante el «dilema» del arresto de las mujeres y de recibir fuertes denuncias de hispanos y grupos de mujeres de servicios de salud.
El caso que provocó las denuncias y el cambio de la guía de detención fue el arresto de Saida Umanzar, en Ohio el mes pasado. Ella, inmigrante indocumentada hondureña fue detenida y enviada a prisión cuando amamantaba a su hija Brittney Bejarano de nueve meses de edad, ciudadana estadounidense, quien fue puesta al resguardo de trabajadores sociales.
La nueva guía trae especificaciones de cómo tratar a padres solteros, mujeres embarazadas, madres que amamantan y otros inmigrantes con niñas o niños con casos especiales o familias con responsabilidades de cuidado que son arrestadas en las redadas.
El diario neoyorkino indica que los agentes de migración se coordinarán con instituciones de salud locales para saber si tienen las o los arrestados tienen hijas o hijos, o bien familia que esté en riesgo.
La crítica a los actos de la agencia migratoria federal, también provino del estado de Massachusetts, cuando en marzo realizó una redada en la fábrica de New Bedford.
Las cifras de las niñas y niños afectados salió a la luz pública a principios del mes, cuando el Nacional Council of La Raza y la Asociación Urban Institute dio a conocer un estudio en el que revela quede cada dos personas detenidas en una acción de refuerzo de la seguridad migratoria, un niña o niño se queda sin cuidado.
Añadió que dos tercios de estas niñas y niños son ciudadanos estadounidenses y un número similar son menores de diez años.
El objetivo del informe era «proporcionar datos exactos sobre lo que todo el mundo ya sabía», que son las terribles consecuencias de los operativos de aplicación de la ley de inmigración sobre el bienestar psicológico, educativo y social de las y los niños.
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