Al iniciar el Foro Global «Financiación para el Derecho al Desarrollo Sustentable con Equidad», 700 organizaciones no gubernamentales rechazaron el documento «Consenso de Monterrey» porque simplemente, dijeron «no sirve para nada».
La alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Mary Robinson, llamó a los gobiernos a cumplir con los compromisos de la Cumbre del Milenio, que busca reducir en 50 por ciento la pobreza hacia el año 2015, por medio de un mensaje que hizo llegar a la sociedad civil reunida en este Foro hasta el próximo 16 de marzo.
Al enfatizar que los derechos humanos no se pueden negociar, la representante de Naciones Unidas opinó que los derechos humanos deben ser el ingrediente principal de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FfD, por sus siglas en inglés) que reunirá la próxima semana a 53 jefes de Estado y de Gobierno.
Hizo ver que el desarrollo sustentable requiere de la aplicación de la ley, mayor acceso al mercado, de atraer la inversión extranjera, aunque reconoció que en este sentido han sido insuficientes los esfuerzos nacionales. «Estamos arañando la superficie para contribuir a la ayuda de los países pobres y cerrar la brecha tecnológica, por lo que hizo un llamado a empresarios y académicos a compartir el conocimiento para replicarlo en todo el mundo en desarrollo», afirmó la alta comisionada.
Laura Frade, del Comité Organizador Mexicano, indicó que el documento final de la FfD es confuso y no establece ningún compromiso para los países ricos.
Durante el acto inaugural del foro global en el rebautizado auditorio «Acero de Monterrey» –hoy Coca Cola–, del Parque Fundidora, la activista expuso que el modelo globalizador es también el modelo de la «anarcodictadura» que ha sido dañino para las mujeres, los niños y todos los seres humanos, que ha hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
Antes Paul Tenassee, representante de la Conferencia Mundial del Trabajo e integrante del Comité Internacional de Apoyo al Foro Global, expuso que la sociedad civil se encuentra desconcertada ante el documento conocido como el «Consenso de Monterrey», porque no ofrece ninguna alternativa para alcanzar los objetivos de la Cumbre del Milenio como es erradicar la pobreza para el 2015.
Se refirió a la crisis económica mexicana de 1995 producto de la política neoliberal así como la desconfianza que existe hacia las políticas de los organismos multilaterales, tal como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al pronunciarse por la cancelación de la deuda de los países pobres, Tennassee indicó que el financiamiento para el desarrollo debe garantizar los derechos de género, el desarrollo democrático, el trabajo decente, lo que representa un desafío para los gobiernos del mundo a los que sentenció: «podrán huir, pero nunca esconderse de quienes hemos estado en resistencia ante el orden internacional global».
En un discurso fuerte y crítico del modelo neoliberal Laura Frade, aseveró que la globalización consolida el patriarcado y obliga a los gobiernos a obedecer las reglas del mercado que conduce a la esquizofrenia.
Erróneamente nos llaman «globalifóbicos» cuando en realidad somos inconformes, «gritamos por todos aquellos que se han sometido. Somos conciencia racional de este modelo que no funciona, que tiene que cambiar, porque asfixia a la gente», manifestó.
Planteó la incapacidad del mercado para erradicar la pobreza frente al proceso de construcción de la gobernabilidad mundial que están llevando a cabo los organismos multilaterales y los gobiernos del orbe.
En ese contexto, llamó a las organizaciones no gubernamentales a continuar denunciando, criticando, a formular propuestas pero también a continuar avanzando en la agenda de la sociedad civil, afianzando consensos a favor de un modelo de desarrollo democrático y sustentable.
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