El noviazgo es un terreno fértil para el germen de la violencia doméstica, que debe ser visibilizado para evitar que sea visto como un hecho «normal», destaca el Pronunciamiento de las Mujeres Jóvenes en contra de la violencia en las relaciones de noviazgo dado a conocer hoy en el marco de la Campaña Amor-es Sin Violencia.
La violencia en el noviazgo, a diferencia de la violencia doméstica -agrega el texto- cobra un rostro particular: la sutileza, misma que se expresa de distintas formas: pequeños empujones, pellizcos, ligeras prohibiciones, descalificaciones veladas, presiones para tener relaciones sexuales y manipulaciones. Además, en el extremo, incluye golpes, gritos, humillaciones, amenazas, homicidios y suicidios.
Estos hechos, «en conjunto o por separado, coartan nuestra libertad, generan desconfianza y miedo, e inhiben nuestra capacidad de sentir», destaca el documento de las jóvenes capitalinas, algunas de las cuales participaron en la encuesta dada a conocer por el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, que revela que nueve de cada 10 mujeres jóvenes han vivido violencia en sus noviazgos.
«La vida de las mujeres tiene que ser algo propio. Nadie debe dañarnos, nadie debe culparnos por la violencia infringida en contra nuestra en la calle, la casa, el trabajo o cualquier espacio donde nos encontremos. Las mujeres jóvenes tenemos derecho a vivir libres de cualquier expresión de violencia», abunda el documento, donde se resalta: ¡Sí a nuestros derechos humanos como mujeres jóvenes! ¡No más violencia hacia nosotras!
Durante el evento, que se llevó a cabo en ex Convento de Corpus Christi, la titular del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal, Luz Rosales Esteva, anunció que paralelamente a la campaña -que se lleva a cabo desde 2002-, se iniciará la Semana Juvenil y Escolar de Prevención de la Violencia en el Noviazgo en las 16 delegaciones políticas de la capital, con el objetivo de involucrar a los hombres adolescentes, jóvenes y adultos como aliados en la construcción de relaciones de género más equitativas, libres de violencia y discriminación.
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