Ante la condena y el llamado que hizo el Vaticano para detener donaciones a Amnistía Internacional (AI) por su nueva política sobre derechos sexuales, de salud reproductiva y sobre el aborto, Kate Gilmore secretaria general de AI aclaró que ésta no acepta fondos del Vaticano como tampoco de ningún Estado que se oponga al trabajo contra las violaciones de los derechos humanos.
Gilmore agregó que el movimiento de AI está dedicado a respetar y defender los derechos humanos, no a teologías especificas. «Nuestro propósito ?subrayó– invoca a la ley y al Estado, no a Dios», declaro al diario The Independent.
The Feminist Mayority Foundation reporta lo anterior y dice que la nueva política de AI, que incluye derechos limitados del aborto, es producto de dos años de deliberaciones y contempla el derecho al aborto en casos de violencia sexual o cuando la vida de la mujer está en peligro.
La nueva política de AI fue motivada por la ocurrencia masiva de violaciones sexuales utilizadas como arma en la guerra de Darfur y otros conflictos bélicos.
BBC News, por su parte, informó que Michael Evans, obispo católico británico, con 31 años de membresía en AI, condenó la nueva política de AI, «urgiendo a todos los católicos a detener sus donaciones».
A esto, Gilmore respondió que no aceptan fondos del Vaticano, pues «nuestra política refleja la obligación de solidaridad del movimiento de derechos humanos, por ejemplo, con una sobreviviente de violación sexual en Darfur, que quedó embarazada por el enemigo, y que sufre el aislamiento de su comunidad».
Otro aspecto de mayor profundidad sobre la postura de AI ante el aborto lo da la propia organización internacional en un comunicado de prensa fechado el pasado 21 del presente.
Dicha posición fue ratificada la semana pasada en una reunión en México en la que más de 400 integrantes del organismo, de 75 países, ratificaron el compromiso de AI con los derechos humanos de las mujeres.
AI aclara que no promueve al aborto como un derecho universal. Está de acuerdo con la despenalización del aborto en cuestiones limitadas, como la violencia y el peligro de la vida de las mujeres.
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