«No puedo entender por qué nunca les han apoyado las autoridades, si en este lugar verdaderamente hacen milagros», señaló la madre de Sandro (nombre ficticio), al escuchar sobre la probable suspensión temporal de actividades del Instituto para la Atención Integral del Niño Quemado AC (IAINQ), fundado en 1985, debido al incumplimiento gubernamental del convenio que tiene suscrito el con autoridades de Salud.
Cuando Sandro tenía 4 años, a fines de 1996 se quemó con aceite la mitad de la cara, el oído, cuello y hombro derecho, señala un comunicado de IAINQ, difundido por Comunicación Cultural AC.
Inicialmente fue internado en el hospital General de Querétaro. «Le pusieron collarín con bolsa de plástico y se le estaba pudriendo el cuello, los gusanos salían entre el collarín y la bolsa de plástico. Gracias a Dios, supimos de este Instituto y aquí le salvó la vida el doctor Valentín Asprón», relató la madre a las actuales colaboradoras del hospital propiedad del IAINQ, en esa entidad.
Desde entonces, el paciente y la familia han acudido puntualmente a sus citas de apoyo psicológico, rehabilitación, nutrición y procesos quirúrgicos.
Sandro ya es un joven de 16 años y el área médica reporta que desde febrero de 1997 se le han practicado varios procesos reconstructivos, pero está pendiente una última cirugía programada el próximo 24 de agosto, con el fin de que se le reconstruya totalmente la oreja derecha y se armonice la izquierda con lo cual, después de 12 años, será dado de alta definitiva.
«No se qué habría sido de mi hijo y de nosotros sin la ayuda del personal especializado de este hospital, dice mujer. He visto lo que sufren por falta de recursos y a pesar de ello se preocupan por las y los niños. Aquí no tenemos que hacer largas esperas para ser atendidos, se respeta el horario de nuestras citas, se hacen grupos de padres, para que todos podamos compartir lo que nos duele en el alma por el accidente de nuestras hijas e hijos».
Además de curar a los niños nos apoyan mucho, no entendemos por qué no los ayuda el Gobierno, cuestiona la madre de Sandro. «Sin la intervención de este hospital quizás mi hijo hubiera muerto.»
RAZONES GUBERNAMENTALES
Señala el comunicado de IAINQ que este es sólo uno de los miles de testimonios que los voluntarios y colaboradores del escuchan a diario. Y esa es la razón, dice, por la que continúan su trabajo, «aun cuando burócratas de salud que eventualmente nos visitan, concluyen que el inmueble está subutilizado».
Esos funcionarios de escritorio no entienden que si no hay salas de espera llenas es porque nuestra organización y métodos consideran importante el tiempo de la gente y no se les hace esperar horas para sus consultas, afirma la institución.
Además, explica el texto, se trata de un hospital de especialidad, en un tema que afortunadamente para la infancia está disminuyendo su incidencia, según reportes de la propia Secretaría de Salud.
En vez de gastar dinero en construir nuevas unidades en el DF,» deberían apoyar las acciones de descentralización como la que emprendimos hace 18 años al venir a invertir nuestros recursos a Querétaro», sugiere Margarita Martínez, voluntaria de este instituto fundado en 1985.
Justamente, por la ubicación con la que contamos, explica Martínez, hemos facilitado el acceso a la atención, para pacientes de Guanajuato, Estado de México, San Luís Potosí, Michoacán, Morelos, Hidalgo, Jalisco, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, por supuesto Querétaro y hasta Nuevo León.
«Construir el hospital en Querétaro no fue resultado de una decisión caprichosa, las estadísticas que empezamos a realizar desde 1983, cuando el sector Salud no llevaba seguimiento epidemiológico de esta clase de accidentes, nos dieron la pauta para acercar el servicio a la población más desprotegida, a la cual se le dificulta acceder a la Ciudad de México, con todos los inconvenientes que la gran urbe impone a quienes vienen de fuera, agregó Lilia Cisneros, fundadora de esta organización altruista.
Es una pena que estemos regresando a criterios centralistas que perjudican a la gente», dice Cisneros.
Por su parte, una psiquiatra que trabaja en la institución, cuyo nombre se reserva para evitar represalias en el centro donde labora expresa: «nos enoja sobremanera que un legislador haya expresado que el hospital está inactivo y que «solo se usa de bodega» y sospechamos que esto responde a un nuevo embate bien orquestado, para hacer fracasar un proyecto de la sociedad civil que no les reporta ventajas políticas pues somos plurales y apolíticos.
APOYO SI PUBLICIDAD
Interrogado sobre por qué no se promueven las actividades del hospital en forma masiva sobre todo en los medios electrónicos, Andrés Ortiz, miembro de la Junta Directiva, señaló: «Estamos conscientes de que nuestra política de evitar que las y los niños y familiares víctimas de un accidente sean expuestos a entrevistas personales que en la práctica afectan negativamente su rehabilitación integral, ha sido una desventaja.
Sin embargo, dice, los responsables del centro deberían apoyar a una instancia de probada eficacia en el tema de atención de niños quemados, en vez de ponderar la supuesta incapacidad de nuestros médicos mexicanos frente a opciones extranjeras. Es más, algunos de los pacientes que han sido atendidos de primera instancia fuera del país son hoy pacientes puntuales a sus citas y tratamientos en Querétaro.
El boicot contra el IAINQ, si es que lo hubiera de forma expresa o pasiva, agrega el integrante de la Junta Directiva, no afecta a los comprometidos con esta causa, sino directamente a las y los niños y también a personal de la salud que está perdiendo la oportunidad de capacitarse con una organización que, en más de cinco mil casos atendidos no ha reportando una sola defunción».
08/GG
