Aunque el gobierno mexicano considera que el programa Oportunidades, creado para combatir la pobreza en nuestro país, tienen una perspectiva de género, para el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), en voz de María de la Paz López Barajas, esto no es así, pues tan sólo cuenta con medidas correctivas que son temporales.
Así lo señaló en días pasados la representante de Unifem durante la presentación del Balance de Impactos de Oportunidades 2000-2006 –examinado desde una perspectiva de género— en la Ciudad de México.
Aún cuando para Oportunidades, instaurado en 1997 bajo el nombre de Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), el enfoque de género se cubre, ya que «entrega los recursos monetarios a las mujeres, madres de familia y toma medidas específicas que ayudan a modificar la discriminación de género».
No obstante, para el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas este programa no esta pensado desde una perspectiva de género, «lo que tienen son acciones sensibles al género» y «no fue diseñado para incidir directamente en las relaciones entre hombres y mujeres» (Cimac, 12 marzo 07).
Estas acciones son becas más altas en secundaria y bachillerato para las niñas y acciones de salud preventiva para enfrentar las causas principales de muerte de mujeres adultas: detección oportuna de cáncer cérvico-uterino y de mama.
Además, dice Oportunidades, las reglas de operación del programa del 2005 señalan que éste cuenta con enfoque de género «porque promueve el acceso equitativo de las mujeres a sus beneficios y reconoce que aún prevalecen desigualdades entre mujeres y hombres».
LOS INCONVENIENES
Y aunque en su conjunto el estudio de Unifem y el Colegio de México (Colmex) señalan que las evaluaciones sobre Oportunidades han mostrado que contribuye a disminuir los índices de pobreza y a mejorar la situación de la alimentación y la educación, especialmente la de las niñas, así como enfrentar lo que se ha identificado como las necesidades prácticas de género de las mujeres en términos de ingreso y alimentación.
También especifica que la evaluación del programa, para el año 2000, recoge testimonios de mujeres sobre los inconvenientes que enfrentan para poder cumplir las corresponsabilidades que marca esta propuesta.
Entre estos inconvenientes se encuentran los descontentos de sus cónyuges por el tiempo que pasan fuera de casa y, asimismo ellas refieren que su participación en el programa le trae cargas adicionales de trabajo en el sentido de que tienen que viajar para recibir las transferencias, asistir a las juntas, a las pláticas y las faenas.
Asimismo, diversos estudios sobre Oportunidades aseguran que se continúan presentando casos de mujeres que no asisten a sus empleos remunerados por asistir a las juntas del Programa, además de las veces que inasisten por cumplir con obligaciones comunitarias como faenas o asistencia a asambleas, según el texto.
OBLIGACIONES
Las reglas del programa Oportunidades especifican que cada familia beneficiaria tendrá a un titular que generalmente es la madre de familia, quien recibirá directamente los apoyos monetarios. Actualmente el 97 por ciento de las titulares son mujeres de las cuales el 17 por ciento son jefas de familias.
Estas mujeres beneficiarias deben, como corresponsabilidad con los beneficios que les da el Programa, cumplir con ciertas «obligaciones» como mandar a sus hijas e hijos a la escuela acudir a consultas médicas y ciertas pláticas, según el estudio del Colmex y Unifem.
Además deben cumplir con las «faenas» de juntar la basura, limpiar la clínica y ayudar a limpiar las escuelas.
Para muchas de estas mujeres, esta corresponsabilidad puede generar algunos contratiempos. Aunque algunas de ellas se apoyan en otras mujeres de la familia para que les cuiden a sus hijas e hijos al momento de cumplir con estas obligaciones, otras manifiestan que no cuentan con esa red de apoyo familiar.
Afirman, además, que, a pesar del dinero que les otorga Oportunidades, tienen que buscar la forma de ganar algo más fuera del hogar, trabajando en la costura y en el campo.
No obstante, muchas de las mujeres beneficiarias del Programa considera que éste les permite comprar «lo necesario» y porque permite a sus hijas e hijos asistir a la escuela.
SÓLO MEDIDAS TEMPORALES
Y aunque Oportunidades reconoce que hay «una situación de desventaja que se busca corregir con apoyos más enfáticos hacia las mujeres», dijo María de la Paz López, de Unifem, con esto el programa «busca corregir con medidas correctivas temporales esta disparidad, para mejorar el nivel de vida de las mujeres».
El estudio realizado por el Colmex y Unifem considera que para enfrentar los obstáculos provocados por las inequidades género es necesario que se pongan en marcha «mecanismos que profundicen en la especificidad de la desigualdad de estas mujeres».
Lo anterior, con el fin de que «ellas mismas puedan ir eliminando su dependencia y aumentando su capacidad en la toma de decisiones mediante recursos y apoyos accesibles».
Algunas de las medidas que destaca el estudio se refiere a la necesidad de contar con una adecuada coordinación de los programas institucionales, de manera que sea posible redistribuir de forma más equitativa las corresponsabilidades de los programas, como en el caso de Oportunidades, entre otros miembros de la familia.
Además de ser importante sentar las bases para que la política pública considere la especificidad en que se desenvuelve la vida de las mujeres en contexto de pobreza.
07/HV/CV/GG
