La violencia también es una construcción económica, social, cultural y política que se genera en toda sociedad y en distintos grados y en ella inciden factores psicoafectivos, biológicos y ambientales, coincidieron diversos especialistas en la primera mesa del foro interdisciplinario «Orígenes de la violencia en México».
«La violencia es una enfermedad del cuerpo social que se va formando lentamente en su interior y se hace visible en diferentes territorios ante determinadas circunstancias», señaló Clara Jusidman, presidenta honoraria de la organización de Incide Social al inaugurar el foro y presentar la primera mesa titulada: «Desde el enfoque de la salud», que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México.
Con este foro, que inició hoy y finaliza mañana, se pretende revisar la problemática de la violencia desde la perspectiva de varias disciplinas para evidenciar que los métodos violentosno disminuyen los altos niveles de violencia si éstos no van acompañados de una política integral derivada de lo que aportan las diversas disciplinas científicas relacionadas directa e indirectamente con el fenómeno de la violencia.
La también consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) dijo que es urgente debatir de forma amplia y pública enfoques alternativos para combatir la violencia y así evitar, si aún es posible, su «normalización» y que cada vez se dificulte más provocar cambios culturales en el tema.
Además señaló que «en México se ha tratado de curar la violencia mediante medidas de contención como el uso de la fuerza, la quimioterapia agresiva, radioterapia invasiva o mediante cirugías que buscan extirpar lo que se piensa son cuerpos extraños y nocivos», acciones que no curan el cuerpo social enfermo, sentenció.
AGRESORES Y SALUD
Como parte de estas actividades, en la primera mesa de trabajo se analizó la violencia desde el enfoque de la salud. Los ponentes -entre ellos médicos, biólogos, neurofisiólogos y psiquiatras- apuntaron que la agresión acompaña a la violencia, además de que en esta última intervienen factores genéticos y adquiridos, emociones y un estilo de vida que determinan ciertas conductas de los individuos.
Las teorías presentadas señalan que personas que ejercen violencia pueden sufrir de trastornos como el intermitente explosivo, de personalidad borderline, antisocial o delirium; así mismo, se explicó que la agresividad tiene relación con el incremento de dopamina en el cuerpo y bajos niveles de óxido nítrico, lo que produce un sistema cognitivo disminuido. Además se señaló que el plomo en la atmósfera está vinculado con los altos índices de delincuencia.
La segunda mesa reflexionó sobre el enfoque cultural de la violencia, con la aportación de filósofos, historiadores, antropólogos, pedagogos, teólogos y abogados. La tercera mesa, que se realizará mañana, abordará el enfoque del desarrollo urbano con el análisis de urbanistas, arquitectos, ingenieros, sociólogos y psicólogos, mientras que en la cuarta mesa lo hará con el enfoque de las ciencias sociales. Se contará con la participación de economistas, sociólogos, psicoanalistas, psicólogos sociales y trabajadores sociales.
El encuentro es convocado por diversas instancias, entre ellas la Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social, Incide social, A.C., la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Segob), el Programa Universitario de Estudios Metropolitanos de la Universidad Autónoma de México (UAM-X), el Instituto para la Seguridad y la Democracia, Insyde, A C., la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, (UACJ), la Red de Especialistas en Seguridad Pública, la Universidad Iberoamericana, (UIA), el Seminario de la Cultura Mexicana y Cauce Ciudadano, A. C.
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